“James Rodríguez ha sido comprado por el Real Madrid en 75 millones de euros”.

Foto: EFE

La cláusula para que Lionel Messi deje el Barcelona asciende a trescientos millones de euros”, “Paul Pogba se convierte en la transferencia más costosa al ser comprado en 120 millones de euros”. Esos son los titulares a los que se ha acostumbrado el fútbol, y más en estas épocas cuando el mercado de pases en Europa está en furor.

 Son varios los interrogantes que aparecen al escuchar esos precios exorbitantes, pero el más frecuente es: ¿y ese jugador sí vale todo eso?

Si bien cuando se ven los precios cada uno empieza a pensar en qué haría con ese dinero, cuántos carros podría comprar, las dinastías que tendrían la vida económica asegurada, cuántos niños saldrían de la extrema pobreza si se le diera al menos un porcentaje de ese ostentoso sueldo de una sola persona… Pero así no funciona el mercado ni la economía mundial, y menos en temas de fútbol, cuando se manejan cifras altísimas.

Ahora, ¿por qué los clubes en el mundo pagan lo que pagan por un jugador de fútbol? Son varios los motivos por los cuales se llega a cifras tan elevadas. “Lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de fichar a un jugador es su calidad, ser diferente, que se salga del molde, porque los jugadores estándar no tienen mucho mercado”, dice Efraín Pachón, representante de jugadores mundialmente.

Al no haber en el mercado tantos jugadores que marquen esa cantidad de goles, el precio de quien sí los hace empieza a subir, y el número de equipos que logran participar en la puja se reduce, ya que son pocos los que pueden realizar una transferencia por la cantidad que solicita el equipo que ofrece al jugador; en este caso, Nápoles pedía 90 millones de euros.

Referencia El tiempo

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí