La película no llegará a las salas de cines, porque es producida especialmente para la plataforma de Netflix.

Brad Pitt protagoniza la película "Máquina de guerra", una sátira sobre el ejercicio de las tropas estadounidenses en Afganistán.

El conflicto en Afganistán, como la mayoría de los conflictos en Medio Oriente, resalta las difíciles decisiones políticas y las polémicas estrategias contraterroristas que EE.UU. ha impulsado, sin éxito, desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.

A la fecha, seis países de mayoría musulmana (Irak, Siria, Yemen, Libia, Somalia y Afganistán) enfrentan una crisis institucional grave, en parte debido a las políticas estadounidenses.

La llamada «guerra contra el terrorismo» que lanzó el presidente George W. Bush, las invasiones a Irak y Afganistán y la arriesgada maniobra de impulsar un cambio de régimen mientras una oposición islámica radical se propaga sin pausa han creado enorme dilemas para Estados Unidos.

Y ese caos y larga lista de conflictos han sido material perfecto para muy buenos libros y documentales desde 2001, pero Hollywood, la gran industria del cine, se ha quedado corta a la hora de producir una película que logre informar (o en el mejor de los casos, educar) los porqués del fracaso de EE.UU. y la expansión de yihadismo en Medio Oriente.

Los pocos filmes con sello hollywoodense han estado entre la sátira y la acción al mejor estilo de John Wayne, que muestran tropas heroicas y compasivas pero muy profesionales.

Tal vez la única excepción es la producción de 2008 The Hurt Locker («Vivir al límite»), que ganó seis premios Oscar al mostrar los dilemas que enfrenta una unidad antibombas del ejército de EE.UU. en Irak.

La película, de hecho, se centra en la serie de hechos que llevan al despido de McChrystal.

Varias cosas funcionan en este filme: la acertada elección de Brad Pitt en el papel del general Glen McHahon, una versión imaginaria de McChrystal, quien es amado por sus hombres pero a la vez está lleno de excentricidades.

Pitt logra retratar al general con elementos de la comedia absurda, pero a la vez como alguien que está en plena curva de aprendizaje sobre cómo ganar o perder una guerra moderna.

soldado en AfganistánDerechos de autor de la imagenGETTY IMAGES
Image captionEl gobierno de Estados Unidos se encuentra estudiando si envía más soldados a Afganistán.

Lleno de fanfarronería y confianza en sí mismo, McMahon llega a Kabul para hacerse cargo del conflicto después de que otro general fallara.

«Vamos a ganar esto y quiero que se lo metan bien en la cabeza», le dice a sus ayudantes, un grupo de actores igualmente brillantes, cuyas apariciones ayudan a mostrar la lenta compresión del general de que sólo está repitiendo lo que los otros comandantes intentaron antes e irremediablemente fallaron.

Pronto comienza a tener problemas: no puede obtener más tropas, porque Obama no quiere enviarlas.

ReferenciaBBCMundo

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