El fiscal de Manhattan le acusa de haber presentado datos falsos a al menos dos inversores para convencerlos de que inyectaran US$1,2 millones en una startupque no tenía ni un año de vida.
McFarland mintió sobre los ingresos de su empresa en 2016 y falsificó información sobre sus fondos personales.
El resultado fue, según explicó el fiscal en una nota de prensa, un «esquema» perpetrado «para defraudar» que acabó en el «fiasco llamado Fyre Festival».
Cuentas infladas
McFarland fundó la startup Fyre Media en 2016 y, antes de que acabara el año, ya contaba con una filial llamada Fyre Festival LLC.
El propósito de la primera era diseñar una aplicación para celulares que permitiera a cualquier persona organizar eventos comerciales, sobre todo conciertos, y contratar a los artistas a través de la misma app.
Fyre Festival LLC se fundó a finales de 2016 y antes de que acabara el año ya había conseguido vender todas las entradas para el evento.
El festival se vendió como un acontecimiento VIP. Contaría con la asistencia de modelos famosas como Kendall Jenner y grandes artistas como Blink 182.
Los asistentes pagaron entre US$1.000 y US$12.000, aunque algunos llegaron a desembolsar hasta US$50.000 por paquetes con todo incluido.
Pero una vez en las Bahamas, miles de jóvenes fueron recibidos con carpas y sándwiches de queso en vez de la comida gourmet y el alojamiento con aire acondicionado que les habían vendido.
McFarland fue arrestado la semana pasada, pero ya ha sido liberado bajo fianza. Tiene una semana para abonar los US$300.000 fijados por el juez como garantía.
El joven, que vivía en un penthouse en Manhattan que le costaba US$21.000 al mes y que conducía un Maserati de US$110.000, ahora ha vuelto a casa de sus padres, según publicó el New York Times.
Las autoridades intentan descifrar el monto final al que asciende este supuesto fraude y no cree las alegaciones de McFarland, que insiste en que no tiene dinero pese a que el día de su arresto llevaba US$5.000 en efectivo, según este diario.