Un abogado caldense pidió Hábeas corpus para un oso de anteojos

Chucho, en su nuevo hogar en Barranquilla. FOTO COLPRENSA

El traslado de un oso de anteojos desde la reserva Río Blanco, en Caldas, hasta la ciudad de Barranquilla, desató una batalla judicial en Manizales.

El abogado Luis Domingo Gómez Maldonado aseguró que la privación de la libertad del oso de anteojos, llamado Chucho, es ilegal y que el animal quedó en condición de cautiverio. Por eso interpuso una solicitud de Habes Corpus que radicó el viernes ante el Tribunal Superior de Manizales.

A la petición ya le asignaron magistrado, quien le dijo al diario “La Patria” que normalmente ese tipo de solicitudes se deben resolver en unos tres días.

El Hábeas Corpus es un procedimiento jurídico mediante el cual cualquier ciudadano comparece ante el juez para que este determine sobre la legalidad de su retención o arresto.

Gómez Maldonado explicó que hay un antecedente en Mendoza (Argentina), donde una juez ordenó el traslado de la orangután Cecilia, de 20 años, a una reserva en Brasil. Estaba en un zoológico. “Chucho tiene derecho a vivir en su medio ambiente y en las condiciones propias de su especie”, añadió.

Juan David Arango, director de Corpocaldas, explicó que el objetivo es mejorar las condiciones de vida del animal, dado que en la reserva no eran ideales.

Agregó que tampoco tenía una alimentación ideal, no estaba en contacto con animales de su especie, y podía escaparse y generar peligro para los habitantes de zonas cercanas, como sucedió en diciembre pasado cuando fue visto por habitantes de Minitas.

El abogado penalista José Fernando Ortega consideró que esa solicitud no es procedente. “El Habeas Corpus es para proteger a las personas privadas de la libertad de manera ilegal o cuando prolongan esa detención de manera ilícita. Es solo para humanos, no para animales”.

Chucho, que dejará de llamarse así en Barranquilla por políticas de “no humanización” del zoológico, pesa 230 kilos. Tiene 24 años y había llegado a Caldas desde la Reserva La Planada (Nariño), en 1998, junto a una hembra que falleció hace 7 años de un cáncer en el útero.

Debido a que el hábitat de los osos de anteojos son los bosques andinos, y tiene facilidad de trepar a los árboles y recorren hasta 41 kilómetros por día, requieren de un área mínima de 10 mil hectáreas de bosques para subsistir naturalmente, de lo contrario estarían apareciendo en zonas que serían un riesgo para su vida

Cortesía: El Colombiano

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