Las principales ciudades del país, en especial las fronterizas, Bogotá y Medellín han evidenciado un aumento de ciudadanos venezolanos que salen de su país con todas las ganas de salir adelante pero lo que no se imaginan es que el camino se les puede presentar tantas cosas, salen huyendo de la crisis. Sin recursos, dinero, y sin un lugar al cual llegar, salen escapando de la creciente oleada de violencia y delincuencia que se esparce por el vecino país.
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