Tras el anuncio de la alcaldía de Río de Janeiro sobre un fuerte recorte de fondos a las subvenciones públicas y a las escuelas de samba, hay incertidumbre porque esto representaría una amenaza para el carnaval del 2018.
Desde que asumió el poder el pasado enero, el alcalde de Río de Janeiro, el conservador Marcelo Crivella, un obispo pentecostal, expresó siempre su enemistad con el carnaval, pero la batalla tan sólo comenzó esta semana, cuando anunció una reducción del 50 % del presupuesto destinado para la preparación y producción de la fiesta.
Por lo anterior, la Liga Independiente de las Escuelas de Samba (Liesa) de Río de Janeiro advirtió que será «inviable» el desfile en el Sambódromo del próximo año si se confirma el recorte y recordó los «enormes beneficios económicos, financieros, de generación de empleo y renta» del carnaval.
Cantante de gospel y exmisionero, Crivella ha antepuesto su religión a la tradición y el pasado febrero no participó de la ceremonia inaugural del carnaval, algo inusual entre los alcaldes de Río de Janeiro.
Según constató la Agencia Efe, durante la campaña electoral, Crivella aseguró que su fe y los dogmas de la Iglesia Universal a la que pertenece no interferirían en su labor política y llegó a prometer apoyo a las escuelas de samba.
Meses después y a la luz de la crisis económica que enfrenta la capital fluminense, Crivella, una importante figura de la iglesia evangélica brasileña, ha lanzado una ofensiva contra las escuelas y destinará parte del dinero del carnaval para aumentar el presupuesto de guarderías con convenios públicos.
Río de Janeiro, la ciudad más emblemática de Brasil, recibe millones de turistas durante el carnaval, famoso por sus majestuosas carrozas, su torrente de samba y los despampanantes cuerpos que desfilan por la pasarela del Sambódromo.
Pero la libertad que se respira durante el carnaval es cuestionada por muchos evangélicos, quienes aprovechan la festividad para reclutar a fieles y predicar la palabra de Dios.
Ahora, tras la decisión del alcalde Crivella, los amantes del carnaval convocaron una protesta para presionar a las puertas de la Alcaldía de la ‘Ciudad Maravilhosa’ y «no dejar que la samba muera», como dice la emblemática canción de Edson Conceição y Aloísio Silva.
De referencia: NTN24.