Para el alcalde metropolitano de Caracas en el exilio, Antonio Ledezma, Nicolás Maduro no confía ni en su propia sombra, padece el «síndrome del inseguro», que lo coloca en la situación de saber que no cuenta ni con su Guardia de Honor, que sus equipos de seguridad y de inteligencia lo han «negociado», que su ministro de Defensa y su Magistrado preferido, «el Maikel», lo tenían «montado en la olla» el pasado 30 de abril. Por eso ni «duerme como un bebe» ni está cómodo en ningún acto protocolar.
Tal afirmación la hizo Ledezma en un acto con refugiados venezolanos en España, agregando que Maduro sabe que lo ven como usurpador, que no tiene legitimidad ni autoridad ante su élite militar, por eso suspende los desfiles militares tradicionales, le aterra estar en el Palco Presidencial de Los Próceres, nada más imaginar un dron explotando en la tribuna o que un soldado molesto por la crisis humanitaria rompa el desfile para atacarlo. Eso le produce Dolores estomacales y susto terrible.
Sostiene que ni el dialogo de Oslo ni la visita de la señora Bachelet lo calman, más bien lo atormenta más el resultado de ambas tácticas. En Oslo, le piden que se vaya, sino no hay nada que acordar. Por eso después que se fue la expresidenta chilena, desató una furia con allanamientos furtivos que delatan su mal genio porqué la Alta Comisionada de Derechos humanos, lo acoquino exigiendo la libertad de los presos políticos, precisó. NP
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Referencia: Informe 21.com
