«Somos la élite de la élite. Somos el corazón de esta playa». La playa no es otra que la de Santa Monica, en California, posiblemente la mayor concentración de cuerpos siliconados y musculados de todo el mundo. Y la frase la suelta Dwayne Johnson, La Roca, en la versión cinematográfica de ‘Los vigilantes de la playa’, que tras su paso por Cannes se estrena el próximo 16 de junio y que tiene como referente la famosa serie televisiva de los 90. De hecho, hasta hay un cameo de los veteranos David Hasselhoff y Pamela Anderson.
De compañero de correrías, La Roca, el actor que más gana en Hollywood y paradigma de las estrellas hipermusculadas, tiene a un Zac Efron que se ha machacado también de lo lindo en el gimnasio para no desentonar entre tanto exhibicionista y tanta chica con bañador rojo corriendo por la arena a cámara lenta. Y es que a estas alturas de la película está claro. Hollywood más que con flotador, quiere actores con tableta. Y si para ganar un Oscar quizá hay que interpretar un dramón y afearse incluso, para asegurarse un taquillazo veraniego y la venta de palomitas hay que mostrar el torso bien fibrado y definido. Hay que darle carnaza al espectador.
No hay más que estirar de Google para ver el antes y el después del aspecto físico de actores como Zac Efron, Chris Pratt y Chris Evans. Efron, el antiguo ídolo juvenil de la factoría Disney que llenaba las carpetas de las adolescentes que lo veían en ‘High School Musical’, consiguió hace años el cuerpo de un modelo de Abercombie, y tras un historial de adicción al alcohol y las drogas ahora, a sus 29 años, se ha abonado a los batidos de proteinas y muestra tanto músculo que, más que con envidia, muchos lo miran con estupor.
MÁS ABDOMINALES QUE DIÁLOGOS
El tirón de las películas con superhéroes también ha obligado a sus protagonistas a pasar mucho más tiempo en el gimnasio que memorizando diálogos. Por eso los entrenadores personales y los nutricionistas se han convertido en personajes tan indispensables en el entorno de un actor como su representante o el especialista que los dobla en las escenas de riesgo. Es el caso de Aaron Williamson, el entrenador personal más demandado en Hollywood, exmarine y veterano de la guerra de Irak, que ha entrenado a Dwayne Johnson y Zac Efron para ‘Los vigilantes de la playa’ y los defiende. «Son chicos que trabajan muy duro para estar a la altura en rodajes que también son muy duros».
“Es la epidemia de la década en esta industria. Las franquicias de superhéroes lo han convertido en una carrera en la que los actores empujan sus cuerpos más allá de sus proporciones naturales”, asegura un crítico de cine. Efectivamente, después de los Stallone, Schwarzenegger y los Hugh Jackman de turno, Hollywood defiende ahora nueva remesa de chicos musculados, a esos ‘Chris’ (Pratt, Evans, Hemsworth y Pine) que hasta bromean en las entrevistas con su gran parecido y que muestran en sus cuentas de Instagram lo duro que se preparan para dar la talla del personaje, llámese Thor o Capitán América.