Barranquilla recuerda a Rafael Orozco

En los recuerdos de miles de barranquilleros reposa la idea de que fue Rafael Orozco, el último personaje capaz de abarrotar el desaparecido coliseo cubierto Humberto Perea. Aquel hecho fue el 12 de junio de 1992, un día después de su muerte. Fue velado en el escenario deportivo, pues la catedral metropolitana María Reina no dio abasto.

Después de 25 años de la partida del ídolo vallenato, su tumba es la única alrededor de la cual se genera una parranda dominical a pleno sol. “Rafael Orozco se mantiene en la memoria de los que amamos el folclor vallenato y de mucha gente que se enamoró por medio de sus canciones.

«Fue un hombre alegre al que hay que recordar de esa manera. Tenía mucha cercanía con el pueblo y eso hizo que todos lo sintiéramos como el amigo más entrañable”, aseguró Ramiro Sánchez, cajero aficionado que se acercó el pasado domingo al cementerio Jardines del Recuerdo, donde reposan los restos del artista nacido en Becerril (Cesar).

‘Nostalgia’, ‘Dime, pajarito’, ‘El higuerón’, ‘La creciente’, ‘Te seguiré queriendo’, ‘Esa, Cariñito’, entre muchas otras canciones grabadas por el vocalista del Bionomio de Oro, se sintieron desde las primeras horas en el camposanto.

Por El Tiempo

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