MasterChef se va superando en cada programa y el reto de esta semana podrá resultar algo desagradable para algunos aspirantes, quienes deberán incorporar a la alta cocina un nuevo ingrediente: los insectos. Además los concursantes viajarán a Extremadura para probar con su menú tradicional.
En una de las pruebas más peculiares del programa, los concursantes tendrán que preparar tres platos con larvas de polilla, gusanos, saltamontes y grillos. Roberto Flore, chef de laboratorio de la diversidad alimentaria Nordic Food Lab de Copenhague y piopnero en la alta gastronomía con insectos, ayudará al jurado en su veredicto.
Los insectos no serán el único punto fuerte, ya que el jurado aún les guardará más sorpresas en dos de las pruebas. Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz prepararán varias cajas misteriosas del tiempo que simbolizarán el pasado, con alimentos que utilizaban nuestras abuelas de largas cocciones; el presente, con ingredientes que se cocinan fácilmente; y el futuro, con elaboraciones que se sirven al vapor con técnicas de vanguardia.
El cuarto reto lo protagonizará el Food-Pairing, que se vale de la cocina y la ciencia para saber cuáles son las mejores combinaciones de ingredientes analizando sus aromas. El ganador de la eliminatoria del anterior programa será quien reparta las cajas a sus compañeros.
En exteriores, los concursantes deberán empaparse de la cocina tradicional extremeña en Jerez de Caballeros, donde rendirán homenaje a los ganaderos y agricultores locales con platos como la sopa de tomate, caldereta extremeña de cordero, perdiz estofada y bollo turco.