Envalentonados por un triunfo en las elecciones que es una derrota del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, los partidos independentistas catalanes afrontaban este viernes el reto de formar un gobierno con sus líderes en la cárcel o en el extranjero.
Rajoy descartó dimitir o adelantar elecciones por el fiasco de los comicios catalanes, que él mismo convocó tras destituir al gobierno catalán por la proclamación ilegal de la independencia.
«No tengo ninguna intención de adelantar las elecciones», sentenció el jefe del gobierno, que además recordó que la victoria de los independentistas no les salvará de la causa judicial por sedición y rebelión, que este viernes se vio ampliada a más dirigentes secesionistas.
«La situación procesal de todas estas personas (…) depende de las decisiones que adopte en cada caso la justicia», afirmó.
Además, negó que la salida este viernes de su asesor sobre Cataluña, Jorge Moragas -que será embajador español ante la ONU-, tenga que ver con el descalabro electoral que redujo de 11 a 3 diputados la presencia de su Partido Popular en el parlamento catalán.
Poco antes, el destituido jefe del gobierno catalán, Carles Puigdemont, había propuesto a Rajoy una reunión en el extranjero y dejó en el aire su regreso al país, donde le esperaría seguramente la cárcel.
«Estoy dispuesto a encontrarme en Bruselas, o en cualquier otro lugar de la UE, que no sea el Estado español, por razones obvias, con el señor Rajoy», dijo Puigdemont en Bruselas.
«Yo, con quien tendría que sentarme es con quien ha ganado las elecciones, con la señora (Inés) Arrimadas», respondió Rajoy, aludiendo a la líder del partido que logró más votos y escaños, el unionista Ciudadanos, que seguramente no gobernará al verse superado por la suma de los diputados de las tres listas independentistas.
Al preguntársele por su regreso, Puigdemont, cesado a las pocas horas de proclamar la independencia el 27 de octubre, lo condicionó a que existan «garantías».
«Si soy investido presidente quiere decir que hay todas las garantías de una democracia que permite que la voluntad de los catalanes se haga efectiva», aseguró, sin despejar las dudas sobre su futuro.
– Otros seis líderes independentistas encausados –
Para ser presidente catalán, Puigdemont tendría primero que ser diputado, y para asumir su escaño es imprescindible que lo haga personalmente, según las leyes.
Lo mismo ocurre con los otros seis dirigentes independentistas en Bélgica o en la cárcel que el jueves ganaron un escaño.
Este viernes, el Tribunal Supremo español anunció que había ampliado la causa y estaba investigando como sospechosos a otros seis dirigentes independentistas catalanes.
Entre los nuevos investigados, según un auto recibido por la AFP, se encuentra la reelecta diputada Marta Rovira, número dos de Esquerra Republicana de Catalunya, dos dirigentes del partido anticapitalista y secesionista CUP, Anna Gabriel y Mireia Boya, y el expresidente regional Artur Mas.
Estos seis nuevos encausados se suman a los 22 ya investigados por el Tribunal Supremo por su papel en el proceso separatista, que culminó el 27 de octubre con la declaración unilateral de independencia de Cataluña en el Parlamento regional.
– Arrimadas pide el fin del proceso independentista –
Los partidos empezaron este viernes a analizar los resultados y posicionarse de cara a la nueva legislatura, mientras Rajoy presidirá una reunión de su formación en Madrid tras la que podría dar su opinión sobre lo ocurrido.
Elsa Artadi, que fue la cara visible de la campaña del partido de Puigdemont en su ausencia, afirmó en una entrevista con la radio Onda Cero que no habrá problemas para llegar a un acuerdo con los otros partidos secesionistas. «No tengo ninguna duda de que nos entenderemos», afirmó.
Como ocurrió en 2015, los independentistas se beneficiaron de un sistema electoral que recompensa el voto en zonas rurales, y logran la mayoría absoluta en escaños sin conseguir el 50% de los votos de los 5,5 millones de catalanes llamados a las urnas, en una jornada en la que la participación batió un récord: casi un 82%.
Los tres partidos secesionistas lograron el 47,5% de los votos, por lo que no superan el umbral simbólico que les daría la victoria en un referéndum.
El partido más votado del jueves, tanto en votos como en escaños fue sin embargo Ciudadanos, cuya candidata, Inés Arrimadas, prometió dar guerra al independentismo.
Es la primera vez que un partido abiertamente antinacionalista catalán gana las elecciones.
«Si el proceso (independentista) no tenía sentido ni mayoría social ayer, hoy tiene menos sentido y menos mayoría», dijo este viernes Arrimadas.
Además, la joven política -36 años-, sensación de esta campaña electoral, puso en duda que los independentistas formen gobierno: «yo no daría nada por hecho», afirmó.
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