La Eurocámara galardonó este jueves a la oposición venezolana con el premio Sájarov a la libertad de conciencia, un reconocimiento que corona su apoyo constante a los detractores al gobierno de Nicolás Maduro.
«Hoy apoyamos la lucha de un pueblo por su libertad», resumió el presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, al anunciar el veredicto que, a ojos de la izquierda radical europea, supone una «instrumentalización» del premio.
A propuesta del principal grupo parlamentario, el Partido Popular Europeo (PPE, derecha), y de sus socios liberales de ALDE, la «oposición democrática de Venezuela» se alzó con este reconocimiento a la defensa de los derechos humanos y las libertades.
Los opositores ya optaron en 2015 sin éxito al premio, con una candidatura de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Y lo lograron dos años después, pero encarnados en el Parlamento y los «presos políticos» como Leopoldo López o Antonio Ledezma.
El reconocimiento llega en plena crisis en la MUD. Uno de sus líderes, Henrique Capriles, anunció su retiro después de que cuatro de los cinco flamantes gobernadores opositores se juramentaron ante la oficialista Asamblea Constituyente, que ni la oposición ni la UE reconocen.
El jefe del Parlamento venezolano, Julio Borges, destacó que este «apoyo de la comunidad internacional» debe servir para reunificar a la oposición. «Nos toca ponernos de pie y consolidar todo lo que hemos avanzado», subrayó.
Por su parte, el equipo de prensa de Leopoldo López destacó que el político no ha cesado «en su incansable lucha, resistencia y acompañamiento al pueblo venezolano en la conquista de la libertad».
La crisis en esta heterogénea coalición afianza a Maduro de cara a las próximas elecciones municipales y las presidenciales de 2018, meses después de salir a las calles en protestas que dejaron unos 125 muertos.
– Decisión controvertida –
Aunque desde 2007 el Parlamento Europeo ha adoptado una decena resoluciones, especialmente llamando a la liberación de «presos políticos», la elección de la Asamblea Constituyente, impulsada por Maduro, recrudeció su postura en los últimos meses.
El galardón no dejó a nadie indiferente. Pese a los aplausos, risas procedentes de las bancadas de la izquierda radical interrumpieron a Tajani cuando indicaba que este premio «no tiene color político» y un grito de «¡No pasarán!» irrumpió en el hemiciclo.
Los europarlamentarios de la izquierda radical llamaron al boicot de la ceremonia de entrega el 13 de diciembre, al criticar la concesión de «este premio a la parte más violenta de la oposición venezolana» en un momento en que el diálogo «se abre paso», en palabras de la diputada Marina Albiol.
Símbolo de la sintonía entre la mayoría de centro-derecha y derecha de la Eurocámara y la oposición venezolana es el encuentro en mayo de Tajani con Borges, tras el cual el italiano urgió a la Unión Europea (UE) a adoptar «sanciones contra altos cargos del gobierno venezolano».
Los países de la UE ya consensuaron un marco jurídico de sanciones contra responsables de violación de derechos humanos en Venezuela, si bien los debates de cara a su posible adopción en noviembre continúan con la incógnita de si adjuntar una lista de sancionados, desde el primer día.
– Quintos latinoamericanos –
La polémica podría no quedar ahí. Un reciente llamado de los eurodiputados pide estudiar retirar este galardón concedido en 1990 a la líder birmana Aung San Suu Kyi por su silencio actual sobre la persecución de la minoría rohinyá como miembro del gobierno birmano.
Nelson Mandela (1988) o Malala Youfsafzai (2013) son otros ganadores de este galardón, que lleva el nombre del científico soviético disidente Andrei Sájarov, y que la Eurocámara concede desde 1988 a quienes aportaron «una contribución excepcional a la lucha para los derechos humanos en el mundo».
La oposición venezolana se suma a la lista de latinoamericanos galardonados iniciada en 1992 con las argentinas Madres de la Plaza de Mayo y ampliada con disidentes cubanos: Guillermo Fariñas (2010), la asociación Damas de Blanco (2005) y Oswaldo Payá (2002).
La guatemalteca Aura Lolita Chávez Ixcaquic, símbolo de la lucha de los pueblos indígenas, y el periodista Dawit Isaak, encarcelado en Eritrea, optaban también al premio dotado con 50.000 euros (58.800 dólares), a propuesta de Verdes y socialdemócratas, respectivamente.
Ambos también están invitados a participar en la ceremonia de entrega. En 2016, las yazidíes Nadia Murad y Lamiya Aji Bashar, supervivientes de las atrocidades del grupo yihadista Estado Islámico, llamaron a los eurodiputados a trabajar para impedir crímenes como los del EI.
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referencia AFP