Pasan frío, se mojan y no tienen luz, ni agua, son 11 familias las que viven en vagones de carga abandonados en Gerli. Desde hace 2 años y medio el grupo busca una solución para salir adelante, fueron censados, les prometieron viviendas, todas promesas de campaña y luego, nada.
En un informe de En la Mira, Pablo Medina, que se quedó sin trabajo hace un mes y tiene 6 hijos, narró la descarnada realidad. “Hay gente que anda necesitando medicamentos y abrigos” dijo con un tono de desesperación.
Denunció, ante la consulta, que el plan de viviendas quedó en la nada. Hace un largo tiempo fueron a censarlos y después no volvieron más. Sobre eso menciona: “Los políticos no vienen ni para la foto. Somos un barrio desconocido para la gente”.‘Entre todos tratamos de tener limpio porque no es una villa, es un barrio”, consideró Pablo, acerca de la forma en la que se organizan para vivir.
Luego, agregó: “Nos damos una mano el uno al otro, hay familias con muchos chicos”.Y como gente de trabajo, el hombre grita su verdad: “No queremos que nos regalen las casas, sino que nos den un plan a pagar”‘.Cuando puede, un grupo de vecinos hace una colecta y les compra frutas y verduras en el Mercado Central para repartir, pero con eso sólo mitigan la problemática.
Visitas y olvido
Lo tragicómico, es que un cartel dice al ingreso “propiedad privada, zona peligrosa”, con la sola firma de Ferrocarriles, a metros de General paz y Heredia.“A los gobernantes les diría que por lo menos ayuden a las personas enfermas o que tienen discapacidades. Que piensen en la gente. Somos seres humanos”, cerró Pablo.
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Referencia Diario Popular
