Virgen de la Consolación de Táriba: el milagro de la restauración

Táchira tiene todos los 15 de agosto un encuentro para agradecer a la Virgen de la Consolación de Táriba

Cada 15 de agosto, desde hace 423 años, el pueblo del municipio Cárdenas y el Táchira celebran el día de la Virgen de la Consolación de Táriba, la madre protectora de los tachirenses.

Agosto, es un mes de fe, amor y espiritualidad para el Táchira, “aquí se crea el espacio donde hombres y mujeres dedican su tiempo para agradecer a la imagen de la virgen por los favores recibidos, pero sobre todo el hecho de seguir siendo humanos a través de la fe”, así lo refiere Marta Gallo alcaldesa del municipio.

Esta fiesta religiosa, junto al día del Santo Cristo de La Grita, permiten en el estado reafirmar valores como el amor, la amistad, solidaridad, y de esta manera avanzar desde lo espiritual.

Miles de feligreses caminan hacia la Basílica de la Consolación. El tradicional recorrido de los peregrinos inicia con el traslado de la virgen, desde Táriba hasta San Cristóbal a las 2:30 a.m. A las 5:30 a.m. se realiza una homilía en la Catedral y, posteriormente, parte la procesión con la imagen, para volver a llegar hasta su casa en Cárdenas, donde se celebra la Misa Campal en la avenida uno.

Infinidad de milagros ha concedido la Virgen de la Consolación y varias formas de agradecer manifiestan las personas que van a caminando, descalzos, de rodillas, en grupo, en bicicleta para agradecer a la madre de Dios.

La solidaridad que genera, es uno de los aspectos que resalta la alcaldesa Gallo en este evento, que también contó con la serenata en la Basílica, como preámbulo a la cita religiosa de todos los 15 de agosto.

Fiestas patronales

Durante varias semanas se planifica, organiza y también se celebran las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Consolación, que en este año 2023, llegan a su edición número 56, para celebrar 476 años de la ciudad.

Considerada una de las ferias más antiguas de Venezuela, las fiestas de la Virgen de la Consolación de Táriba se desarrollan bajo cuatro aspectos fundamentales. La primera que lleva todo lo relacionado al tema religioso.

Una segunda característica tiene que ver con todos los eventos recreativos, deportivos, donde se incluye el Clásico Ciclístico. Como tercer elemento se desarrolla la feria de emprendedores y productores para proyectar lo que se hace en el municipio, y una cuarta fase que involucra todos los aspectos anteriores fusionados con lo tradicional.

Virgen Milagrosa

La historia inicia con los primeros evangelizadores llegados al Táchira. Los padres Agustinos empezaron sus labores hace más de 400, ellos traían la imagen desde España.

Desde los prístinos días del nacimiento histórico de Táriba, la comarca se inundó de fe mariana y cristiana. Los dos misioneros, entre ellos el fraile Gabriel de Saona, trajeron la imagen de la virgen y el niño pintado en una tabla para para presidir la evangelización de los indígenas del lugar.

Cuenta el padre José Borelli Arellano, quien lleva más de 14 años como párroco de la Basílica de Táriba, que el primer milagro de la virgen fue la propia restauración de la imagen de la Virgen que estaba en una tabla.

La imagen se estaba deteriorando, perdiendo el color y ella sola se restauró, así lo relata Borelli Arrellano, quien explica que estaban uno grupo de muchachos en aquella época jugando en la aldea, tomaron la tabla y una aborigen de la tribu los Táriba se las quitó para evitar que la terminaran de dañar.

La imagen se guardó en un almacén, “por la noche observaron un resplandor. Toda la aldea notó la luz que radiaba, en ese momento es cuando se restaura la pintura, ahí está el milagro, 400 años después se mantiene intacta”.

Arellano explica que la imagen es para recordar siempre a la madre de Dios, quien intercede ante el Todo Poderoso para conceder los milagros, “la devoción empezó en Táriba y luego se extendió por todas las parroquias. La Consolación atrae muchísimo porque todos tenemos tormentas, dificultades y a través de ella, se busca un alivio, una fortaleza en la madre que nos consuela”.

En los pasillos que están a los costados de la Basílica de la Virgen de la Consolación de Táriba, se han creado galerías para colocar todos los objetos que traen las personas como un acto de fe y agradecimiento por los favores recibidos.

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