El Gobierno de Maduro anunció este jueves la desactivación de una célula terrorista que condujo a la detención de Roberto Marrero, principal colaborador del presidente (E), Juan Guaidó, un arresto que causó la «preocupación» en varios países y organismos internacionales.
Según explicó el ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz venezolano, Néstor Reverol, la célula, desmantelada por el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), planeaba «ataques selectivos» y «habría contratado mercenarios colombianos y centroamericanos para atentar contra la vida de líderes políticos, militares y sabotear servicios públicos».
Los elementos recabados, detalló, condujeron a la detención de Marrero, a quien acusó de ser el «responsable directo de la organización de estos grupos criminales». Durante la operación fue arrestado también el escolta de Marrero, Luis Alberto Páez Salazar, de 34 años y en cuya casa se incautaron vehículos, celulares y «otras evidencias», aseveró Reverol. A Marrero, dijo, se le incautó «un lote de armas de guerra y dinero efectivo en divisas extranjeras durante un allanamiento realizado en su residencia esta madrugada».
En su cuenta de Twitter, Guaidó, afirmó que el arresto es «un gran error» y llamó a sus seguidores a la «Operación Libertad», una gran manifestación que pretende liderar hasta el palacio presidencial de Miraflores. La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo a través de Twitter que están «muy preocupados» por la detención e instó al Gobierno a «respetar estrictamente el debido proceso y a revelar inmediatamente su paradero».
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, tuiteó, entre tanto, que «EEUU condena las redadas realizadas por los servicios de seguridad de (Nicolás) Maduro y la detención de Roberto Marrero, jefe de gabinete del presidente interino Juan Guaidó. Llamamos a su inmediata liberación.
Haremos responsables a los involucrados». Por su parte, el enviado especial de Washington para Venezuela, Eliott Abrams, dijo que el Gobierno de Donald Trump «condena los allanamientos y la detención de Roberto Marrero» y advirtió de que «habrá consecuencias para los responsables». En un comunicado, algunos miembros del Grupo de Lima, en concreto Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú, condenaron «enérgicamente» la detención de Marrero y demandaron su «inmediata liberación».
Hicieron además un llamado «a los organismos internacionales de derechos humanos a que ejerzan con decisión y de inmediato sus competencias respecto del Estado venezolano». También La Unión Europea (UE) pidió la liberación «inmediata» de Marrero. «La Unión Europea urge a que Marrero sea liberado inmediata e incondicionalmente y hace responsables de su seguridad e integridad a las autoridades relevantes», dijo en un comunicado la portavoz de Federica Mogherini, alta representante para Política Exterior de la UE.
En medio de las presiones foráneas, Nicolás Maduro, denunció que «hay una gran conspiración contra Venezuela» y acusó a Estados Unidos de tener un «un grupo de títeres diabólicos para apropiarse del país». «Quiero que quede claro que al Gobierno venezolano bolivariano y revolucionario no le temblará el pulso para combatir a los grupos terroristas, para llevarlos a la cárcel, eso no es política lo que ellos hacen, simplemente es terrorismo», dijo Maduro.
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