Este viernes los cerca de 450 peregrinos que viajaron desde Cuba para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) fueron sorprendidos por el Papa Francisco, que los visitó en el colegio donde se hospedan para saludarlos e invitarlos a que cuando regresen a su país, lo hagan “con alegría, como peregrinos”.
Los jóvenes cubanos estaban participando este viernes 25 de una Misa en las instalaciones del Colegio de las Esclavas del Sagrado Corazón, donde son hospedados estos días en Panamá. La Eucaristía estaba siendo celebrada por el Obispo de Bayamo-Manzanillo, Mons. Álvaro Beyra; que acompaña la delegación junto con Mons. Silvano Pedroso.
La noticia fue difundida por la Santa Sede, que informó que en horas de la mañana, ante de ir al Centro de Cumplimiento de Menores Las Garzas de Pacora, el Pontífice “se encontró de forma privada con un grupo de 450 jóvenes cubanos peregrinos de la JMJ, en el Colegio Esclavas que se encuentra cerca de la Nunciatura Apostólica”.
“El Papa llegó al final de la Misa, impartió la bendición y dado un breve saludo a los presentes. En el encuentro, que duró cerca de diez minutos, han participado, además de los jóvenes, también dos obispos cubanos”, indicó el Vaticano.
Cuando estaba finalizando “el momento de la comunión, el Papa llegó y dio la bendición final”, recordó. Manuel dijo que los jóvenes se emocionaron y que “las mismas monjas del colegio estaban agradecí disimas por la visita del Papa”.
La delegación que participa en la JMJ Panamá 2019 es la más numerosa en la historia de la Iglesia en Cuba. “Como Iglesia particular en Cuba por supuesto que es un momento histórico, porque en Canadá (JMJ Toronto 2002), que fue la delegación más amplia, fueron 200. Hoy estamos hablando de más de 500 cubanos y es una alegría inmensa por todos los sentidos”, afirmó.
En el diálogo con ACI Prensa, el peregrino dijo que algunos de los miembros de la delegación han participado en anteriores JMJ, “pero para la inmensa mayoría es la primera jornada que experimenta”.
“Son muchas emociones que se viven para muchos, que la primera vez que salen del país sea para participar en una JMJ. Entonces para muchos todo es nuevo desde el punto de vista cubano, vivencial, pero también se siente esa carga espiritual profunda que es el vivir la universalidad de la Iglesia”, afirmó.
“Nada vale recibir mucho si no se comparte. Entonces es un compromiso. Hemos venido a Panamá a ser confirmados en la fe”, y al regresar a Cuba “es llegar a cada una de las comunidades a compartir lo que hemos vivido, porque nos hemos llevado historias hermosas de la gente con que hemos compartido aquí en Panamá, que son gente muy solidaria, muy simpática”, expresó.
Estas experiencias también serán compartidas en la Jornada Nacional de la Juventud que se realizará en agosto en Santiago de Cuba, “donde podrán ir muchísimos más jóvenes que no pudieron estar aquí en Panamá”.
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