En el Vaticano creen que el Papa podría pronunciarse en el país vecino. Los inmigrantes preparan banderas y carteles para captar su atención.
Frontera. Alrededor de un millón de venezolanos viven en Colombia.Descartan un acto en el Puente Simón Bolívar. El diario del Vaticano le dedicó otra vez la tapa a Venezuela.
El papa Francisco jugaría su próxima “carta” en el conflicto de Venezuela a pocos kilómetros de su frontera. El 6 de septiembre llegará a Colombia, en una visita de Estado que se extenderá hasta el 10 de ese mes y, según revelaron desde el Vaticano, mandaría un mensaje a los venezolanos.
De concretarse, sería un nuevo gesto de mediación que el Sumo Pontífice tiende hacia el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, tras las frustradas negociaciones de 2016 y el comunicado de la semana pasada, emitido por la Secretaría de Estado de la Santa Sede. En aquella última oportunidad, llamó “a toda la sociedad a evitar toda forma de violencia” y exhortó “a las fuerzas de seguridad a abstenerse del uso excesivo y desproporcionado de la fuerza”.
En el Vaticano creen que el Papa podría pronunciarse en el país vecino. Los inmigrantes preparan banderas y carteles para captar su atención.
La expectativa por lo que sucederá en unas semanas en Colombia fue generada por el vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina, el profesor uruguayo Guzmán Carriquiry, quien declaró que el religioso argentino aprovecharía un acto previsto en la localidad de Villavicencio, donde comienzan los llanos que llegan a Venezuela, para mandar un mensaje a ese país.
Desde el inicio de la crisis política, económica y social, miles de venezolanos emigraron a Colombia, donde residen entre 900 mil y 1,2 millones de ciudadanos con esa nacionalidad. “Queremos estar en la ruta para que el Papa nos vea. Llevaremos banderas y carteles, donde pediremos por la paz en Venezuela”, afirmó a PERFIL Francine Howard, integrante de Venezolanos en Colombia por la Libertad, una plataforma de ONGs y partidos políticos de la oposición. Howard, dirigente de Voluntad Popular, está intentando que los “incluyan” en alguna actividad con Francisco, donde le pedirían que “interceda por la paz”.
Carriquiry confesó que los organizadores pensaron en un primer momento celebrar un acto en el Puente Simón Bolivar, que cruza el río Táchira y es la principal vía terrestre que comunica con Venezuela, pero que lo descartaron porque se trataba de una “zona repleta de problemas”. Más allá del drama humanitario, el Vaticano nunca optaría por una iniciativa tan audaz sin el consentimiento del gobierno venezolano.
Los colombianos esperan que el Sumo Pontífice pronuncie en Bogotá, Medellín, Cartagena de Indias y Villavicencio un mensaje de «reconciliación y paz», meses después del histórico acuerdo entre el presidente Juan Manuel Santos y las FARC. Esas palabras, implícitamente, resonarán también en Caracas.
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Para Andrea Tornielli, coordinardor de Vatican Insider, “Francisco y toda la diplomacia de la Santa Sede están muy preocupados por la situación de Venezuela”. Tan es así que los últimos dos números de L’Osservatore Romano, editado en la Santa Sede, le dedicaron su portada a la crisis bolivariana. “No tenemos que olvidar que es difícil que haga una mención directa de un país cuando está visitando otro. Otra cosa es si en el avión de regreso alguien le pregunta sobre Venezuela. En ese caso, Francisco se pronunciará”, agregó Tornielli. La diplomacia vaticana tiene, al parecer, misterios difíciles de develar.
