Varios Gobiernos latinoamericanos reiteraron sus llamados a frenar la represión violenta en Venezuela

Los venezolanos fueron a las urnas para elegir a los miembros de la Constituyente.EFE

La jornada electoral en Venezuela ha dejado hasta el momento 8 fallecidos, con lo que la cifra de muertos asciende a 117 desde que el 1 de abril se iniciaron las protestas a favor y en contra del Gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien convocó en mayo a la Constituyente.

En Colombia se registraron concentraciones en varias ciudades del país, la más numerosa fue en Bogotá frente a la residencia del embajador venezolano, Iván Rincón, a quien le pidieron «dar la cara» y «abandonar su cargo porque «no representa a los venezolanos».

Al grito de «libertad» y «fuera la dictadura», decenas de venezolanos protagonizaron un plantón en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil en contra de la Asamblea Constituyente en su país.

Frente a la embajada de Venezuela en la capital mexicana, ciudadanos de ambos países cruzaron arengas a favor y en contra del proceso constituyente y del Gobierno de Maduro.

En la embajada de Venezuela en Santo Domingo varios manifestantes también expresaron su apoyo al Gobierno y a la Asamblea Nacional Constituyente, y rechazaron la «injerencia» de EE.UU. contra el «proceso revolucionario» que vive la nación caribeña.

En Honduras los manifestantes pidieron al expresidente Manuel Zelaya que deje de «meterse» en los asuntos de Venezuela, ya que «estamos por salir de esta dictadura y a usted le convendría quedarse tranquilo y dedicarse a los asuntos de Honduras».

Luis Meléndez, uno de los portavoces de los manifestantes en Puerto Rico, expresó que «es un proceso ilegal, anticonstitucional, que se pone a espaldas del pueblo y que descansa sobre muchos venezolanos en contra del régimen actual».

Varios centenares de venezolanos en Madrid se unieron a la convocatoria «Rechazo Mundial a la Constituyente», que con pancartas solicitaron una «Justa paz social» y libertad para los presos políticos, y denunciaron la Constituyente como «golpismo puro».

Un grupo de venezolanos se congregó en la plaza de Syntagma, en el centro de Atenas, con una bandera venezolana y una griega, portando pancartas con consignas como

«Rechazo a la Constituyente», «No más dictadura» o «Reescribir la Constitución sin un referéndum previo es un golpe de Estado para Venezuela».

Varios Gobiernos latinoamericanos reiteraron sus llamados a frenar la represión violenta que hasta el momento deja 117 muertos, 8 durante la jornada de votación de la Constituyente, y señalaron que no reconocerán ese proceso por no contar con el aval del pueblo venezolano.

Mientras varios venezolanos residentes en EE.UU. se manifestaban, el senador republicano Marco Rubio pidió al presidente Donald Trump que imponga más sanciones al Gobierno de Venezuela y desconozca los resultados de la Asamblea Nacional Constituyente.

La embajadora de Estados Unidos en la ONU, Nikki Haley, calificó de «falsos» los comicios convocados por Maduro sin referéndum previo y dijo que es «otro paso hacia la dictadura».

El Gobierno de Perú señaló que «esta elección viola normas de la Constitución venezolana y contraviene la voluntad soberana del pueblo, representado en la Asamblea Nacional».

El canciller brasileño, Aloysio Nunes, advirtió que Venezuela vivirá un «escenario de anomia» (ausencia de ley) tras la elección de la Asamblea, debido a que tendrá dos órdenes constitucionales diferentes.

«El Gobierno argentino lamenta que el Gobierno venezolano, desoyendo los llamados de la comunidad internacional, incluyendo el de los países del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), haya proseguido con la elección a una Asamblea Constituyente», señaló la Cancillería.

El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, condenó «la violencia» y acusó a Maduro de preferir «la confrontación», cuyo Gobierno ya confirmó que «no reconocerá» los resultados de la elección de la Asamblea Constituyente por los «vicios» en el proceso.

República Dominicana expresó su «alta preocupación» por el rumbo que han tomado los acontecimientos en Venezuela y reiteró que solo una negociación «justa y equitativa» entre las partes puede reconciliar a la sociedad venezolana.

Chile confirmó que de continuar la escalada de violencia, el Gobierno dispondrá de un plan de emergencia para repatriar a los chilenos y que se prepara «otro plan» para que consulados y su Embajada en Caracas asistan a personas, como lo hizo este sábado una magistrada, de los 33 jueces que designó hace días el Parlamento.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, criticó los anuncios de Colombia, México y Panamá de que desconocerán los resultados de la Asamblea y les acusó de ser «sumisos» a EE.UU.

Cortesía: El Espectador

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