Con la terminación del proceso de dejación de armas, la meta de las Farc es realizar el congreso en el que se definirán las bases del nuevo partido político que conformarán el próximo 20 de agosto. Sin embargo, aunque buscarán ser protagonistas electoralmente, parece que las condiciones actuales los harán protagonistas, pero potencializando una u otra campaña.
Aunque la colectividad que unirá a quienes dejaron sus armas en poder de la Misión de la ONU, tendrá condiciones especiales, como por ejemplo, 3565 millones de pesos para el sostenimiento del partido y para el Centro de Formación Política, así como la garantía de cinco curules en el Senado y cinco en la Cámara de Representantes independientemente de la votación que logren en las próximas elecciones de 2018, analistas políticos creen que la colectividad no tendrá gran apoyo electoral.
FALTA TIEMPO
El analista John Mario González cree, incluso, que no lograrán el número de votos requeridos para, en condiciones normales, tener las diez curules garantizadas en el legislativo.
“No les auguro éxito político por varias razones: 1) porque este es un proceso de paz tardío, las Farc debieron haber adelantado este proceso de paz por la época que lo hizo el M-19 o a lo sumo por la época en la que lo hicieron los últimos grupos armados ilegales en Centroamérica. 2) En este momento, desde el punto de vista programático, la izquierda en América Latina ha estado como perdida. 3) y entre muchos otros factores, yo creo que en Colombia ha crecido la oposición a estos grupos de izquierda radical”, afirma González.
Y es que para el docente de Marketing Político de la Universidad Externado de Colombia, Carlos Arias, en otros procesos de paz en donde grupos ilegales han dado el paso de las armas a la vida política, los países han necesitado de entre 25 y 50 años para recibirlos en este tipo de escenarios.
“Los colombianos aún no están listos para recibir el partido político de las Farc. El país requiere de tiempo para asimilar a este nuevo grupo de actores políticos en su democracia”, afirma Arias, señalando que además falta otra cosa muy importante más allá de la dejación de las armas para lograr el ‘paz y salvo’ tras años de conflicto: “No ha habido todavía un proceso de Justicia, Verdad y Reparación”.
SE ESTÁN TRANSFORMANDO
Ante este escenario, el director de Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosania, afirma que las Farc estarán en un proceso de transformación, que incluye un cambio en el lenguaje, en los símbolos, e incluso en el mensaje: “ya no se habla de una revolución, ya se empieza a hablar de una construcción de Estado”, y estarán armando cuadros políticos.
“Yo creo que las Farc lo que empiezan a armar ahorita son cuadros políticos en las regiones, y a partir de ahí tienen que hacer toda una transición (…). No vamos a ver a los clásicos comandantes del Secretariado, sino que creo que van a hacer un empoderamiento de la base social y eso va a ser un tema paulatino, pero ellos saben que es ahí donde está el sofoco electoral. Igual van a empezar a aspirar a cargos de tipo local y regional. Obviamente, aspirar a un cargo de nivel nacional les va a tomar mucho tiempo”, dice.
Para Rosania, las regiones serán el objetivo político de las Farc, que es donde siempre se han movido, y esto, es precisamente otra de las razones por las que John Mario González considera que no tienen mucha posibilidad electoral.
“El 80 % de la votación hoy en día es urbana, y yo no veo a las Farc en las zonas urbanas con mensaje para la clase media en Colombia y eso que han moderado su discurso de alguna manera”, dice González.
IMPACTOS EN CAMPAÑAS PRESIDENCIALES
Sin embargo, pese al terreno hostil que le esperaría al nuevo grupo político, dada la polarización en la que está hoy el país, Rosania señala que las Farc sí serán protagonistas en las elecciones.
“En términos electorales no tienen un margen o un caudal electoral importante por aportar, pero sin lugar a dudas es una actor político que está en medio del debate y lo que hagan por acción o por omisión va a generar impactos políticos dentro de las campañas presidenciales”, afirma.
Es decir, “cualquier acto de las FARC puede empoderar en un momento el discurso del Centro Democrático; puede empoderar las alianzas que vendrían del centro: partido Verde, Claudia López, Humberto de la Calle; o los de las izquierda como el Polo Democrático, que también está buscando generar alianzas”.
Esto de hecho ya se ha venido registrando, por ejemplo, con el reciente decomiso de 10 mil dólares a unos guerrilleros que se trasladaban a las fiestas de San Pedro en Neiva, pues a partir de hechos como estos se empieza la discusión sobre lo positivo y lo negativo del proceso de paz.
Pero, dentro de este contexto, y ya con el proceso de desarme efectuado –aunque faltan las más de 900 caletas que tendrá que desmantelar la Misión de la ONU-, las FARC tendrá que construir su partido y como lo ha dicho Henry Acosta, facilitador en el proceso de paz, llegarían por fin a la meta, pues: “solamente cuando bajen el letrero de las FARC dejarán de ser guerrilleros”.
cortesía: El Universal