Los referentes kirchneristas debieron seguir el discurso desde un palco.
Concentrada en el público, Cristina Kirchner le dio la espalda a las decenas de dirigentes que asistieron al estadio de Arsenal. Los referentes de distintas localidades e instituciones quedaron lejos del escenario principal y aplaudieron desde las gradas ubicadas detrás. El foco, durante todo el acto, giró en torno a ella y su contacto con la gente.
La consigna específica, para prever el desborde que finalmente ocurrió, era llegar temprano.
Obedientes, el ex gobernador Daniel Scioli, el presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza y el líder de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, fueron algunos de los que llegaron a tiempo. La supremacía en el palco la ejercieron los intendentes.
Estuvieron casi todos los que asistieron al último encuentro en el Instituto Patria, entre ellos el local Jorge Ferraresi (Avellaneda), Patricio Mussi (Berazategui), Gustavo Menéndez (Merlo), Walter Festa (Moreno) y Martín Insaurralde (Lomas de Zamora).
A la jefa comunal de La Matanza, Verónica Magario, y el diputado kirchnerista Eduardo «Wado», que llegaron tarde, no los dejaban pasar porque los ingresos estaban desbordados y tuvieron que recorrer tres puertas alrededor del estadio hasta entrar.
Esa situación generó algún disturbio. «Compañeros no nos peleemos entre nosotros, hay que juntar la tropa contra (Florencio) Randazzo», disparó un militante. «Primero contra (Mauricio) Macri diría yo», lo corrigió Magario.
También estuvo un grupo grande de diputados, entre ellos Máximo Kirchner y el jefe del bloque en Diputados, Héctor Recalde; y Hebe de Bonafini de Madres de Plaza de Mayo.
Empezado el acto, los protagonistas fueron «los ciudadanos». Incluso, en su discurso Cristina puso en segundo lugar a los partidos políticos y hasta consideró que «los políticos se la pasan especulando».
«Yo quiero que los argentinos lleguen a 2019, no un dirigente puntual» afirmó a la vez que aseguró que ella viene «a sumar, como una más».
La postal del cierre del acto resume el mensaje: Cristina cantó el himno abrazada a científicas, estudiantes, maestras, trabajadores, productores y una pareja que perdió una pensión por discapacidad. Atrás, los dirigentes aplaudían desde el palco vallado.
La semana pasada, Cristina había dado un paso en ese sentido al conformar un frente prescindiendo del PJ. Esta vez, dejó a un margen a los dirigentes políticos. «La prioridad es la gente», repitieron algunos al salir. Y con esa misma respuesta justificaron la falta de definición de Cristina sobre su candidatura.
«Está poniendo las prioridades, ella va a definir si es o no candidata cuando lo quiera decidir pero esta definiendo el objetivo de unidad ciudadana, que es unirnos todos los argentinos», explicó Sabbatella.
«Yo estoy convencido de que sí va a ser candidata, pero consideró que no es necesario pronunciarse sobre esto hoy, cuando todavía hay espacio para buscar una unidad más amplia», agregó Recalde, que renueva su banca.
Mientras tanto, a la falta de certezas, se suma la disputa que puertas adentro se está dando para definir qué espacios van a conseguir lugar en las listas.
De referencia: Clarín.