Halloween es una fiesta de origen pagano que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos, y que tiene sus raíces en el antiguo festival celta conocido como Samhain (pronunciado «sow-in»), que significa «fin del verano» y se celebraba al finalizar de la temporada de cosechas en Irlanda para dar comienzo al «año nuevo celta», coincidiendo con el solsticio de otoño.
Durante esa noche se creía que los espíritus de los difuntos caminaban entre los vivos, y se realizaban fiestas y ritos sagrados que incluían la comunicación con los muertos. Además, era habitual colocar una vela encendida en las ventanas para que los muertos «encontrasen su camino».
¿Por qué se asocian las calabazas a Halloween?
Dice la leyenda que, debido a su maldad extrema, un hombre irlandés llamado Jack no mereció un lugar ni en el cielo ni en el infierno cuando murió.
Dice la leyenda que, debido a su maldad extrema, un hombre irlandés llamado Jack no mereció un lugar ni en el cielo ni en el infierno cuando murió. Su espíritu se vio obligado a vagar por el mundo implorando la entrada en uno u otro sitio. Se manifestaba portando una calabaza hueca con una vela dentro y éste fue el símbolo más representativo desde entonces de la noche de Halloween. Otro relato, por ejemplo, sugiere que la calabaza adoptó semejante aspecto tétrico a causa de un castigo que una bruja impuso a Jack por negarse a ayudarle a preparar la sopa de Halloween. El muchacho desapareció en el interior de la calabazay ésta adoptó rasgos semejantes al rostro humano.