Guatemala entró este domingo en una crisis política luego de que el presidente Jimmy Morales intentó expulsar al exmagistrado colombiano Iván Velásquez, jefe de una misión de la ONU contra la impunidad que junto con la fiscalía lideran desde 2015 una inédita lucha contra la corrupción.
Aunque la orden fue frenada temporalmente por la Corte de Constitucionalidad (CC), máxima instancia judicial del país, la decisión de Morales generó manifestaciones, una ola de repudio en varios sectores y provocó la renuncia de la cúpula del Ministerio de Salud.
«Como presidente de la República, por los intereses del pueblo de Guatemala, el fortalecimiento del estado de derecho y la institucionalidad declaro non grato al señor Iván Velásquez (…). Ordeno que abandone inmediatamente la República de Guatemala», dijo Morales en un breve video difundido en las redes sociales de gobierno.
Para fundamentar la expulsión, el gobernante citó artículos de la Constitución guatemalteca y de la Convención de Viena sobre la prohibición a los diplomáticos de inmiscuirse en asuntos internos del Estado.
Sin embargo, Morales no detalló las causas específicas de la expulsión. Velásquez es titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala(Cicig), un ente adscrito a Naciones Unidas que reforzó su presencia en abril de 2015 al destapar junto con la fiscalía un escándalo de corrupción en las aduanas que obligó a renunciar al entonces presidente Otto Pérez.
Decenas de manifestantes se concentraron ante la sede de la Cicig y de la Corte de Constitucionalidad (CC) para rechazar la postura del gobierno. Francisco de Mata, presidente de la CC, informó a periodistas que la corte suspendió provisionalmente la expulsión de Velásquez al acoger un amparo presentado el sábado por el ciudadano Álvaro Montenegro junto con el abogado Elvyn Díaz, quienes temían la expulsión del colombiano.
De Mata ordenó a la cancillería «abstenerse» de proceder a la expulsión de Velásquez. Por su lado, el secretario general de la ONU Antonio Guterres afirmó estar «profundamente afectado» por la decisión de Morales de declarar persona no grata a Velásquez, a quien le reiteró su «plena confianza», según un comunicado emitido por su portavoz Stephane Dujarric.
El viernes, Velásquez y la fiscal general Thelma Aldana iniciaron el trámite para retirar la inmunidad al presidente Morales, sospechoso de transacciones ilegales en el partido FCN-Nación (derecha), que lo llevó al poder en 2015.
Según las investigaciones, Morales, cuando fungió como secretario general de la agrupación, recibió aportes anónimos y no declaró a la autoridad electoral el origen de varios fondos de campaña.
Morales nombró a Sandra Jovel como nueva ministra de Relaciones Exteriores, quien en mayo de 2016 fue separada del cargo de vicecanciller tras ser involucrada en la adopción ilegal de un niño.
La tensión por el intento de expulsar a Velásquez se agudizó con la renuncia de la ministra de Salud Lucrecia Hernández Mack y sus tres viceministros. «En el momento que usted (presidente) decide declarar non-grato a (…) Velásquez, usted asume una posición a favor de la impunidad y de los sectores corruptos del país», sentenciaron los funcionarios de Salud en su carta de renuncia dada a la prensa.
«¡Iván se queda, Jimmy se va!», era la consigna que coreaban unos 2.000 manifestantes que se congregaron frente al Palacio Nacional y la Casa Presidencial para respaldar a Velásquez y exigir la renuncia de Morales.