Dijo que dicho régimen se consolidará con la elección a la Asamblea Constituyente del 30 de julio.
La Iglesia católica puso este viernes más presión sobre el gobierno venezolano del presidente Nicolás Maduro, al asegurar que se convirtió en una “dictadura” que se consolidará con la elección, el 30 de julio, de una asamblea nacional constituyente.
El clero venezolano se sumó así al rechazo a esa iniciativa expresado por la oposición y la fiscal general, Luisa Ortega, devenida en la mayor adversaria de Maduro tras años de línea oficialista.
El prelado sentó la contundente posición de la Iglesia sobre la crisis política, institucional y económica que vive el país, en el discurso de apertura de la asamblea anual de la CEV, en el cual subrayó que los obispos están en “plena comunión” con el papa Francisco.
Maduro sostiene que la constituyente traerá la recuperación económica y la paz a un país convulsionado desde hace tres meses con protestas que exigen su salida del poder, y que han dejado 91 muertos.
Pero, según el episcopado, en Venezuela “ya no hay conflicto ideológico entre derechas o izquierdas”, sino “una lucha entre un gobierno convertido en dictadura y todo un pueblo que clama libertad”.
Por su parte, Maduro ha acusado a la CEV de ignorar los llamados al diálogo del Papa, pero Padrón aseguró que esa palabra está “devaluada” en Venezuela y consideró que una auténtica negociación para resolver la crisis pasa por convocar a “elecciones universales, directas y secretas”.
Rectores serán garantes
A medida que se acerca la elección de la constituyente, la tensión aumenta. La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que ha llamado a desconocer al gobierno, prepara para el 16 de julio un plebiscito simbólico para demostrar, según sus dirigentes, que esa iniciativa es rechazada por la mayoría de los venezolanos.
La oposición confía en detener la elección de la constituyente con la consulta popular, para la cual, confirmó Padrón, la Iglesia autorizó el uso de sus instalaciones, excepto los templos.
La MUD anunció ayer que los rectores de las principales universidades del país serán los “garantes” de ese proceso, que Maduro considera “ilegal” y no cuenta con el aval del poder electoral, al que sus detractores acusan de servir al gobierno.
Los opositores también dijeron que el horario de votación se extenderá de las 7 de la mañana (hora local) a las 4 de la tarde y estará supervisado por personas designadas para tal efecto.
Más de 50.000 voluntarios serán movilizados para intentar que la votación sea un éxito, y los venezolanos en el extranjero podrán votar también en más de 200 ciudades de todo el mundo.
Además de introducir su papeleta, quienes acudan a votar se adherirán formalmente con su firma al artículo 350 de la Constitución, que contempla el derecho a no reconocer a todo gobierno que no respete las leyes de la nación.
Y, mientras la oposición anunciaba el plan para llevar a cabo el plebiscito, el presidente Maduro exigió este viernes a los empleados públicos –unos 2,8 millones– votar “sin excusa” en la constituyente.
“Empresa por empresa, ministerio por ministerio, gobernación por gobernación, alcaldía por alcaldía. ¡Vamos todos a votar por la constituyente!”, expresó el
mandatario.
Según la fiscal Ortega, la constituyente es una iniciativa que “pareciera una distracción para esconder los verdaderos problemas y para que la población se olvide de la responsabilidad que tiene el presidente” en la crisis.
“La constituyente no va a resolver los grandes problemas, como la escasez de alimentos, la inseguridad (…) tampoco va a resolver el tema de la corrupción”, aseguró ayer la fiscal.
Tintori visita a Leopolo López
Lilian Tintori, esposa del opositor venezolano Leopoldo López, logró ingresar ayer en la cárcel militar de Ramo Verde, a las afueras de Caracas, para visitar al político después de 32 días y de que se filtrara hace dos semanas un video en el cual López gritaba que lo estaban torturando.
De referencia: El Tiempo.