La Federación Internacional de Derechos Humanos rechazó que se siga negando la existencia del paramilitarismo, pues lo identifican como «el principal victimario» de los líderes sociales.
Las actividades desarrolladas por defensores de derechos humanos siguen siendo de «alto riesgo en Colombia», según denunció el Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos (OMCT-FIDH), que finalizó este miércoles una misión de nueve días en el país.
«La permanencia de estructuras paramilitares, la impunidad y las limitaciones de la respuesta institucional» son las principales razones de esta situación, informó el observatorio en un comunicado divulgado en Bogotá.
El Observatorio para la Protección de los Defensores de Derechos Humanos es un programa conjunto de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) y la Organización Mundial contra la Tortura (OMCT).
«La actividad de las personas defensoras de derechos humanos sigue siendo una actividad de alto riesgo en Colombia. El número de asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en 2016 oscila entre 59 y 134″, explicó la institución.
Además, las personas que ejercen liderazgo a nivel local, particularmente aquellos que defienden derechos relacionados con la tierra y el medio ambiente en zonas rurales, «constituyen el grupo más vulnerable en un escenario de constantes amenazas».
La misión señaló también que las estadísticas recogidas por el Gobierno colombiano, así como de organismos internacionales y de la sociedad civil, «coinciden en señalar un importante incremento en el número de asesinatos de personas defensoras de derechos humanos en comparación con años previos«.
Según el observatorio, una de las causas de esta situación es el paramilitarismo, al que identifican como «el principal victimario».
«La misión ha podido documentar varios casos de colusión y/o connivencia entre funcionarios del Estado y grupos paramilitares en distintas partes del país como Norte de Santander o Antioquia en un contexto en el que las autoridades siguen negando la existencia de este fenómeno», manifestó el documento.
Otra de las causas es que pese a que las autoridades tienden a mostrar un mayor reconocimiento a la legitimidad de la labor de los defensoras «todavía se mantienen señalamientos y ejemplos de estigmatización».
El observatorio constató además «la persistencia de elevados niveles de impunidad», pues según la información que recibió solo hay sentencia condenatoria en cinco casos de asesinatos de defensores a lo largo del último año.
La misión regresará a Bruselas, en donde publicará en los próximos meses un informe con los hallazgos y recomendaciones específicas sobre la situación de los defensores de derechos humanos en Colombia.