¿Un presidente militar en Colombia? Se abre la polémica

Imagen de apoyo.

La Gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, dice que si las Farc tienen la posibilidad de llegar al Congreso, los militares también deberían tener la oportunidad de ser elegidos. Voceros de izquierda, e incluso del Centro Democrático, no están de acuerdo.

Este miércoles la Gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, revivió una vieja discusión del país político: que para las elecciones de 2018 militares y policías puedan votar.

La gobernadora considera que tanto el Gobierno Nacional como el Congreso, podrían analizar la posibilidad de que así como las Farc tendrán beneficios políticos, también los puedan tener los militares que combatieron contra la guerrilla por más de 50 años.

Aunque la propuesta no es nueva, la idea de la Gobernadora del Valle del Cauca adiciona en esta oportunidad un elemento que agita el deabate. Propone que los integrantes de la Fuerza Pública puedan ser elegidos para cargos públicos.

“Uno de los aspectos destacables de este acuerdo de paz, que por supuesto valoramos y defendemos, tiene que ver con lo relacionado al salto a la vida política de los integrantes de las Farc, lo cual les permite acceder a curules en el Congreso de la República, y sería justo que los militares también tuvieran esa posibilidad”.

En diálogo con El EspectadorDilian Francisca Toro explicó que los militares y policías «tienen la capacidad para estar en cualquier coorporación pública. Es una forma de abrir a todos los colombianos la posibilidad de ser partícipes de la democracia».

Para Toro, la sociedad colombiana ya está preparada para dar este debate. «Antes (con las Farc alzadas en armas) era imposible pensar en esa posibilidad, pero ahora, con un acuerdo de paz en camino, no veo por qué no darse esa oportunidad».

La propuesta agitó el de por sí ya turbado panorama político.

Consultada por El Espectador, la representante del Centro Democrático María Fernanda Cabal, señaló que aunque la propuesta «suena interesante, podría terminar desnaturalizando la función cosntitucional de la Fuerza Pública. Podría perderse el espíritu propio de las Fuerzas Armadas. Ese es el riesgo. La idea puede rayar en populismo, que también es peligroso».

«Militares tienen la capacidad para estar en cualquier coorporación pública»: Dilian Francisca Toro

Para la representante, si un militar termina siendo elegido popularmente, se corre el riesgo de «un desequilibrio frente a los demás candidatos, podrían generarse candidatos populistas como Hugo Chávez. Habría que analizarlo mejor».

Sin embargo, Cabal sí está de acuerdo con que los militares o policías puedan votar. «Si nos limitamos al voto me parece fantástico. Entrar a candidaturas genera riesgos que no están contemplados. La sociedad colombiana está preparada para aceptar el voto de los militares pero para las candidaturas no estoy segura».

Por su parte, el candidato presidencial del Polo Democrático, Jorge Robledo, calificó de «irresponsable» la propuesta de la gobernadora del Valle del Cauca. 

«Lo que faltaría en Colombia para acabar de destruir este país, sería que se les ocurriera llevar la profundísima corrupción de la política y el sistema electoral a los cuarteles. Es un disparate de proporciones mayúsculas».

Aunque Dilian Francisca Toro considera que la sociedad colombiana está lista para discutir esa posibilidad, el senador del Polo Democrático, Iván Cepeda, opina lo contrario. «Es necesario democratizar la sociedad colombiana. Es necesario lograr la paz estable y duradera y evolucionar a una posibilidad de que en un futuro ese tipo de propuestas tengan viabilidad».

Toro defiende su idea. «Desde el gobierno se viene hablando de unas Fuerzas Militares multimisión, su aporte en las corporaciones públicas sería valioso. Que tengan la posibilidad y derecho a elegir y ser elegidos. Las condiciones las pondrá el Congreso, pero hay que dar esa apertura democrática también para ellos».

“Es hora de que esa apertura también incluya su participación en política a través de circunscripciones especiales y que los uniformados puedan votar y elegir a militares en uso de retiro», resaltó la mandataria.

Toro Torres recordó que el mismo presidente Juan Manuel Santos había manifestado que una vez concluido el conflicto se podría pensar en la posibilidad de permitir que los militares votaran.

No es la primera vez que esta propuesta se discute. En julio de 2016, el congresista Roy Barreras radicó una polémica reforma constitucional para permitir que los uniformados puedan ejercer el derecho a elegir, sin participar del debate electoral ni en movimientos políticos.

Según el legislador, la iniciativa apunta a “realizar una transición adecuada y, luego de más de 80 años de haber prohibido este derecho a los militares, plantear una fórmula similar a la mayoría de países de la región, de habilitar únicamente el derecho a elegir, e impedir que intervengan en actividades o debates de partidos o movimientos políticos y a ser elegidos”.

El texto propuesto por Barreras sostenía que la entrada de los 450.000 nuevos votantes que integran las Fuerzas Armadas no impactaría mayormente el censo electoral, ya que éste aumentaría sólo en 1,3 %.

De igual forma se promovería una ley estatutaria que señale las condiciones en las cuales los uniformados podrían participar electoralmente. En ella se incluirían las sanciones para quienes violen el carácter no deliberante de la Fuerza Pública, para los superiores que intenten influir en el voto de sus subalternos y para quienes utilicen los medios del Estado para hacer campañas electorales.

En Colombia, desde el gobierno de Enrique Olaya Herrera en los años treinta, los uniformados tienen prohibido votar.

Alberto Lleras, el 9 de mayo de 1958, en el Teatro Patria, frente a los militares dijo: “La política es el arte de la controversia, por excelencia. La milicia el de la disciplina. Cuando las Fuerzas Armadas entran a la política lo primero que se quebranta es su unidad, porque se abre la controversia en sus filas. El mantenerlas apartadas de la deliberación pública no es un capricho de la Constitución sino una necesidad de sus funciones. Por eso las Fuerzas Armadas no deben deliberar, no deben ser deliberantes en política”.

De referencia: El Espectador.

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