La guerrilla FARC, la más antigua de América, proclamó este martes su «adiós a las armas» tras más 53 años de lucha armada en Colombia, en un acto que para el presidente Juan Manuel Santos demuestra que la paz es «irreversible».
«Adiós a las armas, adiós a las guerra. Bienvenida la paz», exclamó el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, conocido como Timochenko, en una ceremonia en Mesetas, en el centro de Colombia, en la que se celebró el fin del desarme de unos 7.000 combatientes de esa guerrilla.
«No le fallamos a Colombia, hoy dejamos las armas», agregó Timochenko en Mesetas, donde este grupo rebelde marxista, creado en 1964 tras una sublevación campesina, se consolidó e instaló su centro de operaciones.
Con la entrega de armas, Santos aseguró que ahora «los colombianos y el mundo entero saben que nuestra paz es real y es irreversible». «Es el fin de esta guerra absurda», agregó tras lo cual regaló a Timochenko una escultura de una pala con un mango de fusil de asalto ruso AK-47.
La pieza, llamada Metamorfosis, fue creada por el artista colombiano Alex Sastoque, quien fundió un AK-47 -el fusil más usado por las FARC- con una pala, como símbolo de la transformación de las armas en herramientas de cultivo, según el diario El Espectador.
El conflicto armado colombiano, en el que también han participado otras guerrillas, paramilitares y agentes estatales, ha dejado 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 7,1 millones de desplazados.
– «Compromiso honrado» –
El jefe de la misión de la ONU en Colombia, Jean Arnault, aseguró que el compromiso del desarme fue «honrado» por las FARC y recordó que el lunes el organismo certificó la entrega de 7.132 armas en las 26 zonas donde están concentrados los ahora excombatientes.
El guevarista Ejército de Liberación Nacional, la única guerrilla activa del país y en diálogos de paz con el gobierno, también celebró. «El ELN envía un abrazo fraterno a las compañeras y compañeros de las @FARC_EPueblo que con inmensa confianza, hoy dan un trascendental paso. ¡Buen viento y buena mar!», expresó en Twitter.
Hasta el 1 de agosto quedarán en manos de algunos guerrilleros unas 700 armas para asegurar las zonas de concentración, dijo Arnault. En esa fecha, la misión prevé extraer los contenedores donde guarda el arsenal en los campamentos.
La ONU continuará ubicando más de 900 escondites de armas de las FARC, una tarea que deberán terminar para el 1 de septiembre. A la fecha ha verificado 77, de las cuales ha extraído «el armamento y destruido municiones, explosivos y armamento inestable».
Las armas de las FARC serán fundidas para elaborar tres monumentos que serán colocados en la sede de la ONU en Nueva York, en Colombia y en Cuba.
La dejación de armas «significa el fin de la principal guerrilla armada en el hemisferio occidental, el inicio de un postconflicto (…) y de un proceso difícil de reconciliación en el país», fuertemente dividido ante el acuerdo de paz, dijo a la AFP el analista Jorge Restrepo.
– Retos de las FARC –
Tras su desarme, las FARC tienen al menos dos desafíos a la vista: la justicia transicional y su futuro político.
El primer punto preocupa a las FARC debido a la demora en las amnistías e indultos a unos 3.400 guerrilleros presos, según la guerrilla, así como en la aplicación de un sistema de justicia especial.
«Resulta lamentable que buena parte de los guerrilleros, milicianos, simpatizantes o acusados de pertenecer a nuestras filas permanezcan en prisión a seis meses de expedida una ley de amnistía e indulto que les garantizaba su libertad en 10 días», reclamó Timochenko.
Este punto genera malestar en varios sectores. El partido derechista Centro Democrático, del senador y expresidente Àlvaro Uribe, es un áspero opositor al pacto de paz por considerar que da demasiadas concesiones a los guerrilleros.
«Bien que dejen las armas», escribió Uribe en Twitter, pero enumeró una serie de cuestionamientos: «en qué quedan las 14 mil que dijo el presidente» o «en qué quedan las caletas o escondrijos, 400 o 900? No hay desarme total».
El futuro político de los excombatientes será definido en un congreso previsto para agosto. «¿Cuáles serán sus banderas políticas, en qué ideología se va a fundar? (Es) una pregunta que va a definir su éxito político», afirmó Restrepo, director del centro de análisis del conflicto Cerac.
Mientras para el analista de Crisis Group en Colombia, Kyle Johnson, ahora surgen otras preocupaciones del postconflicto como «la protección a los excombatientes, la sustitución de cultivos de coca (base de la cocaína) que promueven grupos armados, el narcotráfico y la corrupción» y «que el Estado llene los espacios dejados por las FARC para que otros grupos armados» no los ocupen.
Cortesía: AFP