La seguridad de los guerrilleros, las garantías de que no tomarán de nuevo las armas, el tránsito a la vida civil y su participación en política son algunas de las dudas frente a lo que sigue con las Farc luego de la entrega de su armamento a la ONU.
Después de más de 52 años, las Farc dejaron sus armas. Esa es quizá una de las noticias más importantes de los últimos tiempos, pero luego de esa consideración, sigue la pregunta de qué es lo que sigue: ¿cómo participarán en política?, ¿sin dejaron todas sus armas?, ¿cómo será el tránsito a la vida civil?, ¿qué pasará con el armamento entregado? son algunos de los cuestionamientos que surgen, después de que cada guerrillero de las Farc dejara las armas.
Lo primero que hay que aclarar es el destino del armamento. Según lo acordado, 7.132 armas fueron almacenadas en unos contenedores a cargo de Naciones Unidas. El 31 de julio, la Misión de la ONU en Colombia extraerá los contenedores del campamento en el que están ubicados. A partir de ahí, estas se usarán para construir tres monumentos en Colombia, Estados Unidos y Cuba.
Sobre las caletas de las Farc, se diseñó un plan con fecha máxima del próximo 1 de septiembre, para que las guerrillas entreguen las coordenadas de cada una, para que se puedan extraer de donde estén ubicadas y para que el material inestable (explosivos), sean destruidos.
En cuanto a lo que sigue para los guerrilleros desarmados, para garantizar que sí entregaron sus armas y que no volverán a tomarlas, la ONU certificó a cada integrante de las Farc y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz hizo firmar un acta a cada uno, en los que se comprometieron a dejar las armas, no volver a usarlas y cumplir con lo acordado para pasar a la vida civil.
Con ese paso cumplido, cada miembro de la guerrilla fue acreditado para acceder de todas las medidas de reincorporación previstas, incluyendo la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) o la Ley de Amnistías, dependiendo de cada caso. De no cumplir con los compromisos adquiridos, los guerrilleros serían excluidos de la JEP y se tendrían que acoger a la justicia ordinaria.
De acuerdo a lo acordado, los guerrilleros seguirán en las Zonas Veredales Transitorias De Normalización (ZNVT), que el 1 de agosto, un día después de la extracción de los contenedores donde están las armas, se convertirán en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación. Además, en esa fecha podrán empezar a hacer política.
Por último, en lo que se refiere a la seguridad de los guerrilleros, está conformándose el Cuerpo de Seguridad y Protección, un organismo mixto compuesto por la Policía Nacional, miembros de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y miembros de las Farc, para garantizar el bienestar de los miembros de la guerrilla. Además, dentro de las mismas zonas veredales, algunos guerrilleros mantendrán sus armas para vigilarlas.
De referencia: El Espectador.