Sin embargo, Juan Camilo Restrepo insistió en que esa guerrilla debe comprometerse a dejar de secuestrar y atacar a la población civil.
El Gobierno de Colombia manifestó a la guerrilla del Eln su disposición de iniciar el estudio de un cese al fuego bilateral y de hostilidades a propósito de la visita que el papa Francisco hará al país en septiembre.
Así lo expresó el jefe del equipo negociador del Gobierno con esta guerrilla, Juan Camilo Restrepo, en una carta de respuesta a los obispos de Colombia, que en días pasados lo invitaron a concertar un cese del fuego bilateral con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en los diálogos que llevan a cabo en Quito.
«Permítanme señalar entonces, que coincide su carta exactamente con el momento que se vive en la mesa de Quito. Ese mismo día, el pasado martes 13 de junio, el Gobierno le informó a la delegación del ELN la disposición de iniciar de inmediato el estudio de las condiciones para acordar un eventual cese bilateral al fuego y de hostilidades», señala Restrepo en la misiva a los obispos.
Sin embargo, el jefe negociador insistió en que el ELN debe comprometerse a dejar de secuestrar y atacar a la población civil.
«De allí que para el Gobierno es imperativo que cesen el secuestro, la extorsión y la toma de rehenes, pero también el reclutamiento de menores; y los ataques a la infraestructura y a los oleoductos, que son bienes protegidos por el Derecho Internacional Humanitario», señaló Restrepo.
En la carta, el funcionario también pone de presente que la visita que hará el papa Francisco a Colombia en septiembre próximo «nos compromete a recibirlo con avances concretos que respondan a los anhelos de una paz completa».
El pontífice visitará las ciudades de Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias entre el 6 y el 10 de septiembre.
El jefe negociador del Gobierno colombiano advierte que no tiene sentido «que se silencien los fusiles si al mismo tiempo no se suspenden hostilidades».
Finalmente, reiteró que el cese al fuego debe ir acompañado de un «desescalamiento de agresiones contra la población civil, que, al crear confianza, prepare estas conversaciones para arribar al estadio final de las mismas que no es otro que ponerle fin al conflicto armado».
Desde febrero pasado el Gobierno colombiano y el ELN llevan a cabo en Quito diálogos de paz que por el momento han registrado pocos avances significativos.
El nuncio apostólico en Colombia, Ettore Balestrero, aseguró hoy que el papa Francisco, que visitará el país en septiembre, es visto por las multitudes como «un amigo», mientras que Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron percibidos como «un padre» y «un profesor», respectivamente.
«San Juan Pablo II convocó a las multitudes, después Benedicto XVI las educó y el papa Francisco vendrá a Colombia a sacudirlas», manifestó el representante de la Santa Sede.
Balestrero precisó que todos los pontífices tienen los tres atributos, «las multitudes ven en Juan Pablo un padre, en Benedicto un maestro y en el papa Francisco un amigo».
El nuncio, que participó hoy en Bogotá en unas jornadas preparatorias de la visita que Francisco hará a Colombia entre el 6 y el 10 de septiembre próximo, sostuvo que Francisco conoce la idiosincrasia del país y de América Latina.
«El papa no es comunista, quiere a los pobres y a los ricos», agregó, y subrayó que el objetivo de la Iglesia católica es «disminuir las brechas» entre los que más y los que menos tienen.
Por su parte, el cardenal primado de Colombia, Rubén Salazar, señaló que la construcción de la paz nace en el perdón y en la reconciliación.
«Nuestra historia ha estado marcada por la guerra, en guerra permanente. El mundo vive en la anticultura de la muerte», dijo monseñor Salazar, quien agregó que con su presencia en Colombia, el papa Francisco reafirmará el «amor» de Dios por este país, en un momento en el que se transita lentamente hacia la paz, luego del acuerdo con las FARC.
Finalmente, el vicepresidente colombiano, Óscar Naranjo, destacó que la visita de Francisco, la tercera de un pontífice al país suramericano, después de la que realizaron Pablo VI en 1968 y Juan Pablo II en 1986, servirá para mostrar al mundo que hay una reducción de la violencia en el país andino.
«Esta visita es una verdadera bendición porque el discurso de su Santidad, lo que moviliza su papado es la verdad, la justicia y la misericordia valores que son fundamentales para el paso que está dando Colombia hacia la paz y el posconflicto», apuntó el vicepresidente.