Después de varios intentos por consolidar una propuesta, ya están dadas las condiciones para una licitación que busca poner fin a una regulación que se quedó en el viejo esquema de recoger basura y barrer calles, con presiones de diferentes sectores, más del 40 por ciento de los recicladores sin formalizar y cerca de 7 millones de toneladas que a diario van hacia el relleno de Doña Juana.
Así lo informó la directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), Beatriz Elena Cárdenas, quien precisó que espera que en septiembre se publiquen los pliegos definitivos, y si todo marcha según los cronogramas, en febrero del 2018 deben estar adjudicadas las cinco Áreas de Servicio Especial (ASE).
En entrevista con EL TIEMPO, la funcionaria indicó que después de todo este proceso, en un año los bogotanos estarían viendo los nuevos vehículos operando en forma, recogiendo basura de la calle y barriendo los espacios públicos.
Al consultarle sobre cómo se va a controlar la movilidad con los camiones de la basura en las diferentes localidades, Cárdenas dijo que en el nuevo esquema eso cambiará. La operación, explicó, sería así: el camión recolector hace la ruta y luego va a depositar los residuos no aprovechables en un megacompactador con capacidad para recibir hasta 16 toneladas.
Tecnología en el aseo
En cada una de las áreas especiales se instalarán esos megacompactadores, que, según la información oficial, son sellados, no tienen contacto con el medioambiente y tampoco permiten el acceso de personas.
El objetivo de la Uaesp con esa transferencia es que los recolectores estén en la zona de operación mientras que camiones de gran tonelaje se encargarán de llevar los residuos hasta Doña Juana.
El Tiempo