La venezolana llegó en su primera toma de contacto con la pista a 14,59 metros y superó así en veintinueve centímetros la marca que clasificaba de manera automática (14,30 metros) para la final del viernes.
La venezolana Yulimar Rojas necesitó apenas un intento para sellar de la manera más rápida posible su pasaje a la final del triple salto del Mundial de atletismo de Budapest, este miércoles.
En la ronda de clasificación, Rojas llegó en su primera toma de contacto con la pista a 14,59 metros y superó así en veintinueve centímetros la marca que clasificaba de manera automática (14,30 metros) para la final del viernes. No necesitaba ya más intentos para garantizarse su presencia en la final.
La estrella venezolana de 27 años de edad, que compitió con la bandera del país pintada en la mejilla, festejó esa rápida clasificación con un baile en la pista, nada más conocer la distancia que había alcanzado.
Yulimar Rojas es la dominadora absoluta del triple salto, donde es la vigente campeona olímpica y donde ha ganado los tres títulos mundiales seguidos al aire libre y los tres últimos mundiales bajo techo. A ello suma su condición de plusmarquista mundial de la prueba (15,67 metros al aire libre y 15,74 metros en pista cubierta).
Con el trámite de la ronda de clasificación ya atrás, la gran estrella del atletismo venezolano y latinoamericano puede empezar ya a pensar en la final del viernes, programada a las 17:36 GMT en el Estadio Nacional de Atletismo de la capital húngara.
Después de haberse convertido el año pasado en Eugene en la primera atleta con tres títulos mundiales en el triple salto, Rojas se prepara para añadir un cuarto oro consecutivo en ese evento, con el que seguir engordando un palmarés que ya luce espectacular a sus 27 años.
«Batir mi récord del mundo siempre es un objetivo», dijo Rojas en una entrevista con la Afp en Budapest, en plena recta final hacia su estreno en este Mundial.
Las cubanas también cumplen
También accedió a la final de manera directa y sin demora la segunda mejor de la temporada, la cubana Leyanis Pérez, firme candidata al podio y que en la ronda de clasificación llegó a 14,50 metros en su primer intento.
La también cubana Liadagmis Povea, otra de las aspirantes a medalla, selló su clasificación en el segundo intento (14,31 m).
Cuba parte por lo tanto con opciones serias de estar en el podio, como ya consiguió en Budapest-2023 en el triple salto masculino, donde Lázaro Martínez y Cristian Nápoles fueron plata y bronce, respectivamente.
En los ocho últimos Mundiales, en siete la campeona ha sido de un país de habla española, ya que antes de los títulos de Yulimar Rojas la ganadora había sido la colombiana Caterine Ibargüen (2013, 2015) y la cubana Yargelis Savigne triunfó en 2007 y 2009. La única excepción a esta regla la puso la ucraniana Olha Saladuha con su oro en Daegu-2011.
con referencia el nacional