La imagen del Nazareno de San Pablo visitó la mayoría de las barriadas del oeste y este de la capital y algunas de las principales iglesias, donde fue recibido entre cantos religiosos y el repique de campanas.
A su paso por las principales vías y barriadas capitalinas, decenas de personas, algunas de ellas vestidas con túnicas moradas similares a la que usa el Nazareno, se aglomeraron en las aceras, incumpliendo la cuarentena, para honrar la imagen, que data del siglo XVII, y tomarle fotografías.
“Tráenos señor la salud al mundo entero”, dijo a través de un parlante un sacerdote, que acompañó el recorrido desde un camión, al pedir al Nazareno protección ante la pandemia del coronavirus.