La vocación es algo que nace desde el discernimiento y la iluminación del mismo Dios, sin embargo, en los últimos tiempos se ha notado, a nivel mundial, un descenso del servicio que pueden prestar los laicos a la iglesia a través de las vocaciones religiosas. Por tal motivo, la Iglesia, en un intento de parar el margen de vocaciones que le afecta, ha puesto en marcha una campaña de sensibilización dirigida a los jóvenes cristianos y a toda la sociedad bajo el lema «Di sí al sueño de Dios», esta campaña nace en el seno de La Conferencia Episcopal y la Conferencia de Religiosos de España. La jerarquía eclesial asegura que siguen existiendo personas interesadas en dedicarse a la religión y afirman que el problema está en que hay que fomentar más “el silencio” para que los jóvenes “escuchen” y encuentren su vocación como clérigos, o, en su defecto, como religiosas. Se pretende promover «las vocaciones religiosas con la oración, el acompañamiento y las donaciones económicas para la formación de las vocaciones que surjan en países de misión”.
El número de sacerdotes, seminaristas, monjes, religiosas, monjas y otros religiosos católicos continúa en números rojos en España y parte de Latinoamérica. “Dios sigue llamando. Ahora los jóvenes tienen más miedo a decir sí, pero si se fomentan espacios de silencio y acompañamiento, la alegría y la comunidad fraternal, los jóvenes responderán. La invitación es a fomentar espacios donde los jóvenes se puedan encontrar con Dios”,
Durante la presentación de la 56ª Jornada Mundial de la Oración por las vocaciones, celebrada el 12 de mayo de 2019, el Santo Padre, el Papa Francisco deja un mensaje preciso para los jóvenes de hoy “La llamada del Señor no es una intromisión de Dios en nuestra libertad; no es una ‘jaula’ o un peso que se nos carga encima. Por el contrario, es la iniciativa amorosa con la que Dios viene a nuestro encuentro y nos invita a entrar en un gran proyecto, del que quiere que participemos, mostrándonos en el horizonte un mar más amplio y una pesca sobreabundante”. Francisco hace extensiva la invitación a no tener miedo sobre aceptar el llamado de Dios, sabiendo que el Señor nunca abusará de la confianza que se le tiene.
Los organizadores de la campaña “Di sí al sueño de Dios” ofrecerán diversos materiales para unirse a la campaña: una estampa oracional y una carpeta con oraciones matutinas para los colegios, “para que cada día de la semana recen por las vocaciones”.
Otra de las propuestas es fomentar las vocaciones fuera de España, en países donde las personas que quieren formarse como religiosos o misioneros tienen dificultades económicas. El envío de dinero, según los organizadores de la campaña, ha duplicado la presencia misionera en estos lugares en los últimos 30 años y estos nuevos religiosos “se han convertido en el futuro de las Iglesias locales”.
Faustina Dartey es una de misionera perteneciente a esta campaña. Con el apoyo económico del Fondo Universal de Solidaridad (destinado en parte a pagar la formación de vocaciones religiosas) estudió en Roma e ingresó en la Congregación de los Santos Ángeles Custodios. Religiosa en España. Dartey cree que aún falta mucho trabajo para incrementar el número de clérigos porque “tenemos miedo a descubrir lo que somos. Los jóvenes necesitan testimonios vivos que les muevan hacia un lugar donde nunca habían pensado estar”, expresa.
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Referencia: Vatican y El País.
