El apoyo internacional al autoproclamado presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, creció el jueves con el reconocimiento del Reino Unido y España, pero en Caracas la cúpula militar del país petrolero respaldó al mandatario Nicolás Maduro.
Guaidó ganó apoyo diplomático desde Washington hasta Bruselas y de los gobiernos de América Latina, después de que el miércoles en una improvisada ceremonia se juramentó ante una multitud de simpatizantes que abarrotaban las calles de Caracas con la esperanza de un cambio.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, expresó el jueves su apoyo a la Asamblea Nacional venezolana y pidió la celebración de elecciones libres en el país sudamericano, ateniéndose a la postura común de la Unión Europea.
Guaidó escribió en Twitter que en la llamada le expresó a Sánchez “la lucha que emprendimos junto a toda Venezuela” para lograr un gobierno “de transición y tener elecciones libres”.
Desde Londres, el canciller Jeremy Hunt dijo que Maduro no es el líder legítimo y que el Reino Unido creía que Guaidó es la persona correcta para conducir a Venezuela.
En una reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Washington, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, convocó a una reunión regional de cancilleres para hablar de Venezuela y dijo que el tiempo de estar debatiendo ya se ha acabado.
Además, ofreció 20 millones de dólares en ayuda humanitaria para el país sudamericano, que está sumido en una profunda crisis económica, con una hiperinflación y una escasez crónica de alimentos y medicinas que ha empujado a millones a emigrar.
Adicionalmente, la Casa Blanca está enfocada en desconectar a Maduro de sus fuentes de ingresos, dijo el jueves John Bolton, asesor de seguridad nacional del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Países como Portugal y Alemania no expresaron abiertamente su reconocimiento a Guaidó, pero respaldaron a la Asamblea Nacional, dominada por la oposición y que encabeza Guaidó, y expresaron que el país requiere nuevas elecciones.
Guaidó, sus seguidores y gran parte de la comunidad internacional creen que la asunción de Maduro el 10 de enero para un segundo mandato de seis años fue una usurpación del poder bajo el argumento de que las elecciones que lo consagraron no fueron democráticas porque no brindaron garantías para que la oposición se presentara.
Pero Maduro asegura que la elección fue justa y que la decisión de los partidos de oposición de boicotear refleja su falta de compromiso con la democracia.
Para respaldar su reclamo, Guaidó y sus aliados han invocado un artículo en la Constitución que establece que en caso de una vacante presidencial, el jefe de la Asamblea Nacional asume el rol ejecutivo y debe convocar a elecciones dentro de 30 días.
Esta semana, unas 14 personas murieron en incidentes asociados a las manifestaciones opositoras en distintas partes del país, según un informe de las entidades no gubernamentales Observatorio Venezolano de Conflictividad Social y el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea).
Y al menos 328 personas fueron detenidas, según el Foro Penal, otro grupo no gubernamental, en su cuenta de Twitter.
El Ministerio de Información no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre las víctimas y detenidos.
FIDELIDAD CASTRENSE
Pero será difícil impulsar la transición que Guaidó busca sin un control claro sobre las principales instituciones estatales y las fuerzas armadas, que siguen fieles a Maduro.
El ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino, sostuvo el jueves en una declaración televisada que el acto de Guaidó fue “aberrante” y que los uniformados jamás reconocerían como comandante en jefe a alguien que no fue votado.
“Una persona no sé porqué motivo (…) ha levantado la mano y se ha autoproclamando presidente”, dijo Padrino. “Todo lo que se haga sin sustentación jurídica, legal, constitucional, no tiene destino feliz, esta destinado al fracaso”.
Poco antes, la televisión estatal había divulgado mensajes separados de los 8 comandantes militares regionales rodeados de tropas dando su apoyo a Maduro. Los mensajes grabados fueron transmitidos de forma sucesiva.
“Si bien es cierto que Guaidó ha sido reconocido internacionalmente, el poder real del Estado todavía está en manos de Nicolás Maduro”, dijo Ronald Rodríguez, profesor de ciencias políticas especializado en Venezuela en la Universidad de Rosario, en Bogotá.
El reconocimiento internacional podría permitirle a Guaidó recaudar fondos para obtener alimentos y medicinas, según Rodríguez, pero resaltó que enfrentaría desafíos para obtener bienes a través de puertos controlados por aliados de Maduro.
Maduro también recibió el respaldo de el presidente ruso, Vladimir Putin, un viejo aliado con intereses en la industria petrolera en ese país, que según el Kremlin lo llamó para asegurarle que seguirá la cooperación y que apoya una solución pacífica para las diferencias internas.
En Turquía, el presidente Tayyip Erdogan dijo que su país no aprueba los acontecimientos en Venezuela y que las democracias deben respetar los resultados electorales, en un espaldarazo a Maduro.
Desde la región, Bolivia, Cuba, Nicaragua, El Salvador apoyaron abiertamente al gobierno socialista. México sigue también reconociendo a Maduro y exhortó al diálogo para evitar que escale la violencia.
cortesía Reuters