Deseo vivamente que todos los jóvenes puedan ser protagonistas de esta preparación», ha dicho el Papa este domingo. La Santa Sede facilitará la participación on line en los distintos grupos lingüísticos del encuentro que acogerá Roma del 19 al 24 de Roma
El Papa ha invita a jóvenes de todo el mundo a participar activamente en la preparación de la próxima Asamblea de los Obispos que se celebrará en octubre de este año en torno al tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
«Del 19 al 24 de marzo, vendrán a Roma cerca de 300 jóvenes de todo el mundo para una reunión preparatoria del Sínodo. Deseo vivamente que todos los jóvenes puedan ser protagonistas de esta preparación», ha señalado Francisco durante el rezo del ángelus de este domingo.
Además de esos 300 –en representación de sus diócesis congregaciones y de sus distintas realidades de procedencia– se facilitará que quienes lo deseen puedan intervenir en los grupos lingüísticos moderados por otros jóvenes a través de internet y las redes sociales. «La aportación de los grupos de la red se unirá a la reunión de Roma», ha dicho Francisco.
Cerca de 221.000 jóvenes de todo el mundo respondieron al cuestionario lanzado por el Vaticano para conocer sus expectativas ante la vida y poder preparar la próxima reunión de los obispos en el Vaticano, según los datos recién facilitados por el cardenal Lorenzo Baldisseri, principal encargado de este evento. El objetivo de este encuentro sinodal es que el proceso de discernimiento pueda «descubrir su proyecto de vida y realizarlo con alegría, abriéndose al encuentro con Dios y con los hombres y participando activamente en la edificación de la Iglesia y de la sociedad».
Cuaresma, tiempo de «combate espiritual»
Durante el rezo del Ángelus, el Papa ha se ha referido a la Cuaresma como un tiempo de «combate espiritual» en el que estamos llamados a enfrentarnos al Maligno mediante la oración y a vencerlo en la vida cotidiana.
Jesús va al desierto para prepararse para su misión, pese a no necesitar conversión, «para darnos la gracia de vencer las tentaciones», añadió. Y para mostrar que la Buena Noticia « exige del hombre conversión y fe».
«En nuestra vida tenemos siempre necesidad de conversión, ¡todos los días! y la Iglesia nos hace rezar por esto», porque «no estamos jamás suficientemente orientados hacia Dios y tenemos que dirigir continuamente nuestra mente y nuestro corazón a Él», prosiguió el Pontífice.
«La Cuaresma –aclaró Francisco– es un tiempo de penitencia, pero no es un tiempo triste, de luto», sino más bien «un compromiso alegre y serio para despojarnos de nuestro egoísmo, de nuestro hombre viejo y renovarnos según la gracia de nuestro Bautismo».
Es un tiempo para «rechazar todo lo que nos lleva fuera del camino: los falsos valores que nos engañan, atrayendo de manera hipócrita nuestro egoísmo». Porque «solo Dios puede donarnos la verdadera felicidad»; solo en «el Reino de Dios» encontramos «la realización de todas nuestras aspiraciones más profundas y más auténticas».
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referencia Alfayomega
