Si por algo se ha caracterizado a lo largo de toda su carrera Enrique Iglesias, ha sido por el trato exquisito que siempre ha dedicado a sus seguidores.
Da igual que pierdan los estribos en sus conciertos y se abalancen sobre él para besarlo y manosearlo, o que los más extremistas hayan llegado incluso a colarse en el jardín de su casa de Miami -tras llegar a ella nadando- para intentar conocerle; el intérprete siempre mantiene la compostura, sin perder la sonrisa.
La estrella de la música pudo comprobar una vez más los extremos a los que llega ese cariño, en el marco del recital que ofreció este sábado en Miami, donde se cruzó con una mujer que lucía un tatuaje de su rostro, de un tamaño considerable y a todo color, en el brazo. Una vez repuesto de la impresión inicial, Enrique tuvo un bonito gesto con ella compartiendo una imagen de su encuentro en su cuenta de Instagram y agradeciéndole, tanto a esa fan como a todos los demás, su apoyo incondicional.
“La dedicación de mis fans es increíble. Nunca pasa desapercibida y siempre es apreciada, resulta abrumador. Gracias a mi ciudad de Miami por todo su amor. Os quiero, chicos”, escribió junto a la imagen en la que aparece admirando la obra de arte que decora el cuerpo de su admiradora.
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referencia Vanguardia
