Líderes universitarios del chavismo y la oposición hacen un balance de la situación de su país. Así ven los jóvenes el futuro de su nación, aunque desde esquinas contrarias.
Dicen que Dios, el diablo, los santos y los brujos estaban del lado de Hugo Chávez. En el libro Los brujos de Chávez: la magia como prolongación de la política, escrito por David Placer, los lectores confirmaron que al llamado comandante de la Revolución Bolivariana le gustaba pedirle al más allá que le ayudara con los votos. Incluso la oposición estaba de acuerdo con esa teoría. No podía ser posible que un solo hombre convenciera a tantos de seguirlo con una fidelidad nunca antes vista en la historia de Venezuela. En América Latina siempre ha sido más fácil creer en la magia que en el carisma de un hombre moreno.
En 2012, más de 8 millones de votos lo pusieron por encima del candidato opositor Henrique Capriles. Con magia, o sin ella, Chávez parecía invencible. Sin embargo, en 2007 le fallaron los hechizos. Sólo en esa oportunidad, en toda la vida del mandatario, Chávez fue derrotado electoralmente. Ni el dinero de los opositores, ni su organización, ni su aparato político, lograron derrotarlo. Los estudiantes, en cambio, pudieron.
Se trataba de un referendo constitucional propuesto por Chávez que pretendía modificar 69 artículos de la Constitución de 1999. Por primera vez, Chávez perdió y todo por cuenta del movimiento estudiantil venezolano, según varios analistas reseñaron en su momento. El movimiento tomó vida con el cierre de Radio Caracas Televisión en mayo de 2007. Chávez decidió cancelar la concesión del canal y para muchos venezolanos este fue un gesto de censura. Tal decisión movió a los estudiantes a agruparse y, para cuando llegó la votación del referendo, ya eran un equipo con fuerza para pelear contra Chávez. En 2007, lo lograron. Le ganaron a la magia.
Ahora, son nuevamente los estudiantes quienes están en las calles, atacando o defendiendo el modelo de país chavista, heredado por Nicolás Maduro, con la diferencia de que Maduro ya no tiene los espíritus de su lado, o por lo menos ya no tiene la misma fuerza popular. Cada día son más los chavistas que en el gobierno y en la calle se apartan de su lado. Sin embargo, de un lado y del otro, los estudiantes venezolanos están de nuevo en la calle. Ellos, quienes prácticamente no conocen un país sin chavismo, están dando la pelea. Van cien días de protestas. Han muerto 91 personas. La mayoría, según la Fiscalía, jóvenes menores de 25 años. Santiago Acosta, líder estudiantil opositor, y Héctor Rodríguez, chavista convencido y miembro de las juventudes comunistas, hablan sobre la situación de su país. Desde orillas opuestas, explican qué significa hoy ser joven en Venezuela.
De referencia: El Espectador.