Irak anunció este jueves la reconquista de la emblemática mezquita de Mosul y con ello el «fin» del califato que proclamó en ese lugar el líder del grupo yihadista Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, en julio de 2014.
El anuncio lo hizo el ejército iraquí, aunque un comandante de las fuerzas especiales iraquíes matizó a la AFP que la mezquita Al Nuri -cuyo minarete fue derrumbado con explosivos por EI la semana pasada- no había sido aún totalmente reconquistada, sino que estaba a punto de serlo.
«Las fuerzas del Contraterrorismo tomaron el control de la mezquita Al Nuri y (de su minarete) Hadba», indicó un comunicado militar.
El general Abdulwahab Al Saadi precisó por su parte que las fuerzas estaban a punto de reconquistar la mezquita, pero que se hallaban aún a una distancia de 20 metros.
«Asistimos al fin del falso Estado de Dáesh (acrónimo árabe del EI)» declaró el primer ministro, Haider Al Abadi, en su cuenta de Twitter.
La liberación total de la ciudad ocurrirá en cuestión de «días», dijo un portavoz militar estadounidense.
El anuncio oficial los hará el gobierno iraquí, afirmó el coronel estadounidense Ryan Dillon, portavoz de la coalición anti-EI liderada por Estados Unidos.
«No puedo poner un cronograma para esto, pero lo veo más cerca de días que de una semana o semanas», estimó.
– El EI perdió el 60% de su territorio –
El 21 de junio, varias explosiones provocadas por los yihadistas destruyeron el icónico minarete de la mezquita conocido como «Hadba» (joroba).
Esa destrucción a propósito de un icono de la ciudad y de todo Irak ya fue calificada entonces por el primer ministro de «declaración oficial de derrota» por parte de los yihadistas.
Mosul, segunda ciudad del país, cayó a mediados de 2014 en manos del EI, que la convirtió en su feudo en Irak.
Fue precisamente en la mezquita Al Nuri donde en julio de 2014 Abu Bakr Al Baghdadi se había proclamado «califa» de los territorios conquistados por sus combatientes en Irak y Siria. Aquella fue la única aparición en público conocida del jefe del Estado Islámico.
Tres años después, se ignora el paradero de Baghdadi, mientras que el EI perdió en tres años el 60% de los territorios que ocupaba y el 80% de sus ingresos, según un estudio del gabinete de análisis IHS Markit publicado este jueves.
El grupo empezó a perder terreno tan pronto como proclamó su califato, primero por el apoyo urgente de Estados Unidos a Bagdad y luego por la lucha sobre el terreno, palmo a palmo, de los gobiernos iraquíes y sirio, de países vecinos y finalmente de numerosos países de la comunidad internacional.
– Una destrucción anunciada –
La destrucción de la mezquita conmocionó a Irak.
Pero esta demolición ya se preveía: mandos militares habían advertido de que el EI no permitiría que las fuerzas iraquíes retomasen el control de ese monumento, en lo que sería una victoria altamente simbólica.
Según el órgano de propaganda de EI, Amaq, la mezquita fue alcanzada por un bombardeo estadounidense, pero la coalición liderada por Estados Unidos aseguró que fueron los yihadistas quienes «destruyeron uno de los mayores tesoros de Mosul y de Irak».
La demolición del recinto religioso en la ciudad vieja de Mosul se suma a una larga lista de monumentos históricos y patrimonio de valor inestimable destruido por el Estado Islámico en sus tres años de control de partes de Irak y Siria.
El minarete, cuya construcción se completó en 1172, aparece en los billetes de 10.000 dinares iraquíes y era un gran símbolo de la segunda ciudad de Irak, que ha dado su nombre a innumerables restaurantes, empresas y clubes deportivos.
La zona aún controlada por el EI en Mosul es pequeña, pero sus estrechas callejuelas y la presencia de tantos civiles hace muy peligrosa la operación de reconquista total de la ciudad.
Cortesía: AFP