Ella fue detenida por tráfico de drogas, actividad en la que incursionó para buscar recursos e intentar salvar la vida de su hijo.
Una mujer, que paga una condena en Ecuador, no alcanzó a llegar a tiempo a Pasto, Nariño, para despedir a su hijo, antes de que falleciera víctima de un cáncer terminal.
Sus familiares, piden al Gobierno ecuatoriano que le permita ir al sepelio, en Orito Putumayo.
El niño, Juan Carlos Ortiz, de 13 años, cerró sus ojos al mediodía de este miércoles y hacia las 5:00 de la tarde, luego de sufrir un coma, desaparecieron sus signos vitales.
Su mamá, Gladis Erazo, quien está detenida en el vecino país por tráfico de estupefacientes, se encontró con el cuerpo del niño en un Hospital Infantil de Pasto.
“Llegó como a las 12.00 de la noche, la dejaron estar dos horas con el niño y la regresaron para el Ecuador”, dijo Francy Ortiz, madrina del menor fallecido.
Según familiares, a Erazo le prometieron un pago por traficar droga, con el que esperaba asistir los gastos y una operación en la que al niño le tuvieron que amputar su pierna derecha.
Los familiares, oriundos de Orito, Putumayo, piden al Gobierno de Colombia, un acto humanitario para que la progenitora pueda sepultar a su hijo.
“Pedimos que se le permitan a su mamá estar este último momento con ‘Juanchito’, ella volverá a la cárcel nuevamente sin problema”, agregó Francy.
Juan Carlos Ortiz, el menor fallecido, pudo cumplir el pasado 18 de mayo en Mocoa, su último deseo: el de ser Policía, petición por la cual, el coronel Omar Bonilla lo nombró como comandante de la Policía del Putumayo.
Desde Pasto, los familiares trasladan a Orito el cuerpo del niño.
Gladis, su mamá y su hermanita de brazos, regresaron la madrugada de este jueves a la cárcel «Casa de Confianza» en Quito.
